EDGARDO MALASPINA EN LA CASA DE ANDRÉS ELOY BLANCO EN CUMANÁ

EDGARDO MALASPINA EN LA CASA DE ANDRÉS ELOY BLANCO EN CUMANÁ

sábado, 26 de marzo de 2016

EN EL PANTEÓN NACIONAL (2008)

EN EL PANTEÓN NACIONAL
(2008)
Edgardo Malaspina
1

Viajo a Caracas y leo un pensamiento de Sthephen King:“Sólo los libros de la biblioteca hablan con tal elocuencia muda de la influencia que las buenas historias ejercen sobre nosotros, de la permanencia inalterable y silenciosa de las buenas historias frente a la naturaleza efímera de los pobres mortales”.  Miro por la ventanilla del bus y regreso la mirada al periódico. En una nota literaria se habla de la vejez:   “La vejez no es una lucha. La vejez es una masacre. Sólo hay una receta contra el envejecimiento: aceptar las pérdidas y sacar el mayor provecho de lo que nos queda”. (Philip Roth en la novela Everyman)
2
  Estoy sentado en la plaza del Panteón Nacional. Espero que abran las puertas del Perro y la Rana. El presidente, profesor Miguel Márquez, me invitó para revisar mi Manual de Historia de la Medicina. Pero los vigilantes me dicen que no trabajarán porque les cortaron el servicio de electricidad. Es decir, en ese recinto de poetas y escritores no hay luz; y  eso me recuerda un poema que leí hace años. Más o menos dice:

Yo soy el hombre
amo de las tinieblas y la luz
pero la luz a  veces me la cortan .

No recuerdo la continuación; pero si  le cortan la luz lo dejan en tinieblas.
3

  Le dejo el libro a Márquez con los porteros y me dirijo al Panteón Nacional para echarle una mirada a la lista de médicos participantes en la guerra de independencia  que acompaña a  Vargas en su tumba.
4
Juan Domingo del Sacramento de Infante construyó, en más de 36 años, lo que hoy conocemos como el Panteón Nacional. Era pardo y por eso le negaron la entrada en la Orden de los Hermanos Trinitarios. No se permitió hacer actividad religiosa, ni pedir limosna, ni vestir el hábito. Se sublimó e hizo su gran obra espiritual: la iglesia de la Santísima Trinidad, la cual inició en 1744 y fue  consagrada como tal en 1783.JDS murió en 1870 y fue enterrado en el altar mayor de la iglesia.
 Bolívar a los tres meses de haber nacido fue presentado en la esa iglesia y ocho años más tarde tomó su Primera Comunión.
    El terremoto de 1812 destruyó casi toda la estructura del templo. Bolívar visitó sus ruinas en 1827.En 1875  la iglesia de la Santísima Trinidad de Caracas fue transformada en Panteón Nacional por decreto de Antonio Guzmán Blanco, y en 1876 los restos de Bolívar fueron colocados allí. Los lienzos del techo los hizo Tito Salas y reflejan parte de la historia del país.
5
Medito ante la tumba del Libertador. Voy a la de   José María Vargas. Desde el inicio de la lucha por la Independencia  (1811) hasta su logro con la Batalla de Carabobo(1821) participaron del bando patriota ciento diez médicos (se cuentan los criollos y los extranjeros). Busqué las lápidas de  Francisco Lazo Martí (único guariqueño), Luis Razetti ,Rafael Rangel y Francisco Antonio Risquez.
5
 Me llamó la atención un hecho insólito: en la hoja que muestran a los visitantes dice sobre el cenotafio de Andrés Bello que se trata del “gran humorista de América”. Hablo con cronista o encargado de las visitas  del Panteón y le sugiero que es un gran error porque en realidad debe decir “gran humanista”.
 ¡Andrés Bello humorista!. No recuerdo donde leí que Don Simón Rodríguez aseguraba que Andrés Bello nunca se reía, y si lo hacía era sólo para celebrar una de sus anécdotas (las de Rodríguez, por supuesto, quien si tenía chispa de humorista, aunque cáustico).

6
Salgo y continuó con mis lecturas. Me encuentro con dos frases que parecen tener relación:
 “Ser neutral es una irresponsabilidad y una cobardía. En el complejo momento que vivimos, debemos involucrarnos como ciudadanos”(César Miguel Rondón)

“El poeta y el escritor no pueden negarse al compromiso (político), pero tampoco deben andar detrás de él”
(Jorge Edgard)









sábado, 19 de marzo de 2016

EN BARINAS (2008)

EN BARINAS
(2008)
Edgardo Malaspina

1
Viajamos a Barinas al Encuentro Nacional de la Red de Escritores de Venezuela. Salvador Lara, Ángel Puerta y yo partimos en un carro expreso. Juan Toro, un profesor jubilado, es el chofer, quien además ameniza la velada con unos videos del Conde del Guacharo y el Tarugo de la Caimana. Muy vulgar el tal Tarugo.
  En 8 horas llegamos y nos alojamos en el hotel Las Ferias, ubicado, según me parece en la periferia.
 Después de la cena nos reunimos en la Casa de la Cultura. Allí, entre petroglifos indígenas, el acontecer político es el plato fuerte. Algunos escritores pronuncian encendidos discursos a favor de la revolución.
2
Un poeta recita sus versos:

Yo no leo periódicos golpistas 
yo leo Vea.
Yo no veo programas de televisión golpistas
yo veo la Hojilla.

¡Tierno, tierno, muy tierno!   
   
 Luego un escritor   habla de defender el proceso con acciones; vamos a la plaza    a gritar  nuestras consignas, insta. Dice estas cosas y las sigue con una retahíla de improperios que dejarían pálido al propio Tarugo de la Caimana.
 Leen un manifiesto contra Uribe, pero los apoyos son tibios. Tan tibios que uno de los participantes vociferó:  ¿qué pasa camaradas, donde están esas manos alzadas?
3
 El Dr. Pedro Pablo Linares me obsequia su libro sobre los guerrilleros  desaparecidos en los años sesenta. Es un trabajo de arqueología forense serio. Como  médico me le pongo a la orden. Las discusiones terminan con una velada poética. En la madrugada en los pasillos del hotel retumba una proclama de algún bardo pasado de tragos:
¡Viva la poesía, coño nojoda!

4
      Estamos en el Teatro Orlando Araujo, cerca de la plaza Zamora. El Dr. Julio Silva me regala su libro  “Francisco Lo Russo: un ángel de María Lionza”. Es una obra sobre el culto a la reina indígena en las montañas de Sorte. Francisco estudió con él, y ahora se gana la vida brujeando. Es un hombre muy exitoso, dice Silva. Yo le comentó que me  interesa saber más sobre  la creencia en María Lionza, por cuanto como médico atendí pacientes que afirmaban haber sido  “operados por la reina”. Julio acaba de terminar un libro de entrevistas con José León Tapia. Me dice que el médico y escritor  barinés presentía su muerte. Estaba por cumplir ochenta años y se preparaba para celebrarlos por todo lo alto. Murió después de pasar consulta. Sí, a su edad todavía pasaba consulta esa gloria de la medicina y de la literatura.
5
     La poetisa Amanda Reverón me entrega su poemario “de otros diluvios”. Lo reviso rápidamente y constato su buena calidad. Hago una lectura   de exploración. . Me gusta la poesía gnómica, breve,  con ilimitado horizonte de interpretaciones. El poeta hace grandes esfuerzos y concentra un caudal de ideas en pocas palabras; es un ejercicio difícil donde se pone a prueba la capacidad para resumir.
  Los  poemas de Amanda son  voluptuosos. Le digo que ese estilo sólo lo he visto en Safo, y ella se ríe. Veamos:

Naufragio I

Para naufragar
sólo me bastan tus manos.

Naufragio V
Desnuda
breve palabra
que te precede…

Naufragio VII

Un  espacio
un milímetro
de tu cuerpo
que me salve
que me lleve hasta la orilla.

Nostalgia IV

Si pudieras
venir esta noche
y treparte por mi cuerpo
cabalgar más   allá de mi soledad
detener el tiempo
cósmico
para encontrarte con mis nostalgias
si tu aguacero amaneciera
junto a mis letargos en plena madrugada.

Creo (fragmento)
Creo
En lo sublime del tacto.

6

 Regresamos. Hablamos de Santa Inés, cerca de Barinas. Algunos historiadores afirman que no fue una batalla, sino una trampa. Pero en todo caso guerra es guerra y lo importante es ganar. Además no se puede negar que Zamora hizo una planificación del combate muy minuciosa con recursos de ingeniería y estrategias y tácticas dignas de un militar de genio.
 Salvador recuerda a Anselmo López y su bandola ; el profesor Juan dice que Barinas tiene grandes reservas de chiguire;  Ángel recita estrofas de Florentino y el Diablo, de Alberto Arvelo Torrealba; y yo leo Compañero de viaje de Orlado Araujo.
7
   Contemplo la belleza  del llano barinés. Pienso en Araujo y su Compañero de Viaje. Los cuentos son acuarelas locales con resonancia universal. La anécdota está en el centro de la narración para mostrarnos que la buena literatura no tiene fronteras.
8
Vamos ya por Cojedes. Toro nos muestra una valla curiosa: CURVA ARRECHA, SE MATA LA GENTE POR IMPRUDENTE.
  En el mundo de las palabras, a veces las más fuertes tienen mejores efectos. Los versos de Amanda cruzan por mi cabeza.




domingo, 13 de marzo de 2016

EN PUERTO ORDAZ (2007)

EN PUERTO ORDAZ
(2007)
Edgardo Malaspina
1

  Partimos de San Juan de los Morros rumbo a Maracay. Natalia, Nataly y yo viajamos a Puerto Ordaz. El bus llegó a las nueve y media a Maracay. A través de los llanos llegamos  a las tres de la madrugada a Santa María de Ipire. Entramos al santuario  del ánima del Taguapire, muy recordada por mi padre y por la tía Carolina, quien le encendía velas y le solicitaba favores.
2
Diego de Ordaz (España, 1480-Venezuela, 1532) fue uno de los conquistadores españoles más intrépidos (subió a un volcán  en plena erupción en México, por ejemplo),  Intervino en expediciones en Colombia, Panamá y México, antes de llegar a Venezuela. En Busca de El Dorado navegó por el Orinoco (fue el primer europeo en hacerlo, porque Cristóbal Colón y Vicente Yáñez Pinzón, no lo penetraron) y fue el primero en hablar  de la existencia de la Guayana, denominación que difundió. Cuando en 1952 el gobierno venezolano fundo una ciudad planificada a orillas del Orinoco, se le dio el nombre de Puerto Ordaz, en su honor.
 3
 
A  las nueve de la  mañana entramos al Terminal de Puerto Ordaz. Rafael Velásquez, un viejo amigo que conozco desde Moscú, nos espera. Nos alojamos en el Hotel Intercontinental, situado en el  Parque Cachamay. Descansamos un poco y luego salimos a reconocer la ciudad. Visitamos el Parque la Llovizna y el Ecomuseo . Fue una caminata muy larga.
4
Tendría cinco años cuando escuché a los mayores hablar de la tragedia de los maestros de escuela que observaban La Llovizna desde un puente colgante, que ahora ha sido remodelado totalmente. Hay paz en el sitio donde ayer hubo un espectáculo horrendo.
4
En la casa de Rafael hacemos una parrilla. Bebemos vino y cuando se acaba rematamos con cervezas. Hablamos mucho de Moscú. Rafael y yo viajamos juntos a Rusia en 1977. Él también estudiaba medicina, pero se enfermó y no pudo continuar sus estudios. Se casó con una ecuatoriana y regresó a Venezuela.

6
 Camino por el Parque Cachamay observando los ríos indómitos, infinitos y ruidosos. Un guardabosque me señala el sitio donde se encuentran el Orinoco y el Caroní. Entre los árboles los monos saltan y entretienen a la gente. Por riachuelos caminamos sobre peñascos. Las aguas cristalinas permiten ver nítidamente muchos peces de diferentes colores y tamaños.
 En la noche, junto a Rafael y su familia, asistimos Al Club Italo. En medio de una fiesta recibo el Premio Andrés Eloy Blanco de poesía: medalla y diploma. De vez en cuando salimos al patio del club, y bajo los árboles hablamos en una noche fresca y estrellada. Bebemos whisky y bailamos hasta el amanecer.
7
    Conversó con el Dr. Rafael Mucci Mendoza, quien es condecorado por la Federación Médica. Es todo un sabio de nuestra medicina. Habla pausado mientras se acaricia su barba blanca. En 1991 apareció en Cuba una “nueva enfermedad” que estaba dejando ciego a sus habitantes. La Organización Mundial de la Salud organizó la comisión en 1993 para investigar los hechos. Mucci Mendoza formó parte de la misma. Me explicó lo que ha dicho en muchas entrevistas sobre este sonado caso médico: “Ese es el momento en que yo voy a Cuba y encuentro que las autoridades y los médicos cubanos no sabían lo que estaba pasando y, además, confundían términos como neuritis óptica con neuropatía óptica. Las personas a las que tuvimos acceso para hablar del problema, entre quienes estaban el ministro de Salud y los viceministros, no tenían idea del problema. Habían inventado que la ceguera de los enfermos se debía a un virus, que habían bautizado como el Virus del Capitalismo y del que decían que había sido inoculado por los Estados Unidos. Nada más llegar a Cuba, la misión fue invitada a escuchar un discurso de Fidel Castro donde dijo que nosotros estábamos en presencia de una enfermedad nueva, nunca descrita… y resulta que esa enfermedad estaba minuciosamente documentada por su frecuencia en los campos de concentración, donde cundía por falta de alimentación. La ceguera cubana era producida por el hambre, falta de vitamina A. La ceguera atacó a 50 mil personas. Lo triste fue que no les importó exponer a la población a algo cuyo origen ignoraban, simplemente para ensañar a los cubanos contra los Estados Unidos.” (Entrevista con Milagros Socorro)
8
Conocí una experiencia lejana pero terriblemente similar a la del Dr. Mucci: algunos de nuestros muchachos que fueron a Cuba para cursar estudios superiores regresaron sin haber concluido sus cursos en un estado deplorable de su salud. El diagnóstico: anemia  por motivos alimentarios, por falta de proteínas, de carnes.
9

Vistamos una exposición de pinturas con cuadros originales de Botero. Luego vamos a un  centro comercial y compramos algunos recuerdos relacionados con la  artesanía local. A las cuatro y media de la tarde el bus inicia el regreso.











sábado, 5 de marzo de 2016

BARQUISIMETO 2007

EN BARQUISIMETO
(2007)
Edgardo Malaspina
1

    Viajo a Barquisimeto a un encuentro de la Red de Escritores de Venezuela. Nos hospedamos en el Hotel Hevelin en la Avenida Vargas. Representamos a Guárico Saúl Sivira, Tibisay Vargas, Jeroh Montilla y yo.

2

   Muy temprano salgo a caminar por la ciudad. A las 9 estamos en la Biblioteca Pio Tamayo en la plaza Los Ilustres. Interviene el ministro de cultura Francisco Farruco Sesto. El discurso del ministro es de amplitud e inclusión. No obstante hay escritores que proponen que la Red sea sólo de afectos al gobierno. Converso con él.
3
Una Red de Escritores Socialistas de Venezuela es una ridiculez, por decir lo menos. De allí pudieran derivarse otras redes de escritores: la de los adecos, socialcristianos, y la que se le ocurra a cualquier partido  político.
4
 En la noche leo el periódico. El historiador Tomás Straka dice: “Aquellos que, contra todas las tentaciones y pronósticos, anónimamente cumplen con su deber. Aun cuando ser deshonesto o ineficientes sea más fácil y, a veces, hasta más premiado. Ellos son de la casta que ha permitido que Venezuela sobreviva hasta hoy. Los verdaderos hacedores, padres y madres de la patria.




5
Voy el Museo de Barquisimeto, donde antiguamente funcionaron varios hospitales y una cárcel. Los primeros hospitales se construyeron en la India. Trescientos años antes de Cristo. El primer hospital  asociado a la caridad cristiana  (hospital: del latín hospitalis: caritativo con los huéspedes) fue levantado en Cesárea, capital de Capadocia por San  Basilio en el año 369.El primer hospital de América fue el de San Niciolás de Bari en Santo Domingo, fundado por Fray Nicolás de Ovando en 1502.El primer hospital venezolano, históricamente documentado, fue el de Santiago en Barquisimeto en 1565, elevado por el padre  Pedro del Castillo.  Barquisimeto fue fundada en 1552.
6
Estoy  en el casco histórico y visito la primera iglesia de la ciudad. En un viaje  anterior llegué hasta el Obelisco. No pude ver los famosos crepúsculos de la ciudad. Las edificaciones lo impiden. En una plazoleta me siento y busco entre mis desordenados papeles lo que escribe Giovanni Papini sobre los enemigos:

 “La mejor venganza contra los que quieren  hacerme de menos consiste en probar a volar a una cumbre aún más alta. Puede que no llegara tan arriba sin el impulso de quien me quería por los suelos. El individuo verdaderamente sagaz hace más aún: se aprovecha de la mismísima difamación para mejor retocar su retrato, suprimiendo la sombra que ocultan su luz. El envidioso se convierte, sin pretenderlo, en colaborador de tu perfección”.








EN MARGARITA (2007)

EN MARGARITA
(2007)
1
   Nos reunimos en el Colegio de Médicos y partimos a la 4 de la madrugada de SJM hacia Margarita. Viajé con el Dr. Rachid. Vamos a participar en los XXVIII Juegos Deportivos de la Federación Médica Venezolana. Nos detenemos en San Rafael de Orituco para desayunar con empanadas y jugos. Al mediodía estamos en Puerto La Cruz. A las 2 y 30 el ferry expreso empieza a moverse, y a la 4 y 30 llegamos a la isla. Nos hospedamos en el Hotel Margabella.
2
En la tarde salgo a pasear por la avenida Santiago Mariño  y 4 de Mayo en Porlamar. Los establecimientos comerciales están cerrados: es fiesta patria en la isla. Luego, Piro me explicará: la fecha es similar al 19 de Abril en el resto del país. Nueva Esparta tiene once municipios y debe su nombre (en 1864 se le adjudicó el que lleva actualmente) a los héroes que nacieron en ella: Santiago Mariño, Juan Bautista Arismendi y su esposa, Luisa Cáceres, José María García , Joaquín Maneiro, Luis Gómez, Francisco Cedeño, Lucas Ortega y otros. Tres islas conforman el Estado: Margarita, Coche y Cubagua (con las ruinas del primer asentamiento español en América: Nueva Cádiz, destruida por un maremoto en 1541)
3
 Camino por las avenidas. Converso con el Dr. Requena sobre su padre. En la tarde se inauguran formalmente los juegos en el Estadio Guatamare. Desfilamos con nuestros uniformes.

4

   Voy  por el malecón y las avenidas. Juego ajedrez en el Club Italo de la isla. Mi contendor, el Dr. Rafael Muñoz es de Yaracuy y coloca sobre la mesa un amuleto en forma de alfil grande. Dice que se lo vendió un cubano y lo preparó en las montañas de Sorte. Pierdo en dura batalla. Luego todos afirman que mi opositor es uno de los mejores del gremio médico. Regreso al hotel y llamo a Piro. Piro y Zoila me muestran la isla. Visitamos Pampatar, El Valle del Espíritu Santo, La Asunción y otras poblaciones. Recorremos varias playas: Parguito, El Agua, Manzanillo , etc. Vamos a los castillos y fortines:  San Carlos de Borromeo, Santa Rosa el Fortín de la Caranta, el de la Galera; las iglesias de Nuestra Señora del Valle (allí compro una imagen de la Virgen del Valle), Iglesia del Cristo del Buen Viaje.
5

  Camino por el malecón y los establecimientos comerciales. Gané una partida. Visito el Museo de Arte Contemporáneo Francisco Narváez. Allí conozco al cronista de la ciudad Don Pedro Vergel Cedeño.

6

   Visito la Casa Natal de Mariño, la  Casa Natal de Arismendi, el Museo Diocesano, el Museo de Nueva Cádiz y la Casa de la Cultura Monseñor Dr. Nicolás Eugenio Navarro.
  Dicen que en una velada, después de 1830, Páez se vanagloriaba y minimizaba el papel desempeñado por El Libertador. Inmediatamente el general Santiago Mariño lo increpó: “Yo me enfrenté a Bolívar hasta con la espada mientras usted le adulaba; ahora que está muerto yo admiro y  aprecio el legado de este grande hombre, mientras usted lo denigra. Respete, general, la memoria de los que ya no están entre nosotros”. Así era  Mariño: sin pelos en la lengua, valiente y tenaz en busca del poder . Cultivaba por sobre todas las cosas la amistad; y a pesar de sus carácter recio era también un gran jugador, como para combinar esa circunstancia dialéctica signada por la necesidad y la casualidad, el trabajo y el azar.
7
 Después de la declaración de Chacachacare e iniciar acciones bélicas se convirtió en El Libertador de Oriente y creyó tener los mismos derechos que Bolívar para decidir la suerte política y militar de Venezuela, por eso defendía la existencia de dos estados: el de occidente y el de oriente; más tarde reconoció la necesidad de unificar las fuerzas para luchar por una sola patria. Volvió con sus ideas en el Congresillo de Cariaco y en el Congreso de Angostura participó como diputado. En la Batalla de Carabobo combatió como Jefe del Estado Mayor General del Ejército Libertador. Luego impulsó la separación de Venezuela de la Gran Colombia  desde los tiempos de la  Cosiata. En 1835 compitió con José María Vargas por la presidencia de la República. Los votos no le favorecieron por eso en 1936 se alzó en armas. Páez lo redujo y lo expulsó del país. Regresó en 1848 y José Tadeo Monagas lo nombró Comandante General del Ejército. En 1853 se levantó contra José Gregorio Monagas y fue encarcelado brevemente.
8
  Cuando Pablo Morillo estuvo en su campaña por Margarita arremetió contra todas las pertenencias de los patriotas. La casa natal de Santiago Mariño en Valle del Espíritu Santo fue destruida. El 25 de julio de1988, a los doscientos años de su nacimiento (25.7.1788) se construyó una casona ( tratando de imitar la   derrumbada por orden de Morillo) en el estilo de la época. El ambiente recuerda la historia del héroe y sus hazañas entre espaciosos pasillos rodeados de acogedores jardines, fuentes, bibliotecas, antigüedades, armas de guerra, retratos y bustos del hombre que se atrevió a disputarle el liderazgo al Padre de la Patria.
9
  El taxista que me lleva al museo comenta:  “Es el sitio más importante de Margarita. Mariño es tan grande como Bolívar” ; pero el que me trae de regreso dice: “Mariño era un ambicioso , envidiaba a Bolívar”. Y yo pienso que el sentido de la vida está en las diferencias.

10

El gobernador de Margarita Don Bernardo D´Vargas Machuca construyó  la sede de lo que hoy es el museo de Nueva Cádiz entre 1609 y 1612 para el funcionamiento de la cárcel y el ayuntamiento en La Asunción Aquí el 4 de mayo de 1810 se firmó la incorporación de Margarita al movimiento independentista. El gobernador Don Heraclio Narváez Alfonso (1950-1954) lo declaró como lo conocemos ahora: Museo de Nueva Cádiz (en Cubagua), en honor de la primera ciudad española en América del Sur. Cubagua , visitadad por Colón por primera vez en su tercer viaje (1498)fue destruida por un maremoto en 1541. Algunos objetos salvados se exponen en el museo junto a piezas precolombinas, cañones y anclas del siglo XIX. De allí partieron en plan de conquista y colonización Jácome de Castellón, Alonso de Ojeda, Juan de Ampíes, Diego de Ordás y Diego de Lozada.
11
  Los españoles llamaron el lugar “islote de las perlas” , y oficialmente se le denominaba Costa Provincia de las Perlas. Los indios eran  sometidos y marcados con una “C”. Luego eran obligados a extraer perlas. En 1523 descubrieron en la isla aceite de petróleo, al cual se le adjudicó propiedades medicinales. Juan de Castellanos en su Elegia de Varones Ilustres de Indias (1589) hizo la observación (Elegia XIII, Canto Primero):

Tiene sus secas playas una fuente do bate la marina

de licor aprobado y excelente

en el uso común de medicina

el cual en todo tiempo de corriente

por cima de la amar se determina

espacio de tres leguas, con las manchas

que suelen ir patentes y bien anchas.

12

    El 12 de septiembre de 1528 al poblado se le otorgó rango de ciudad: Nueva Cádiz. El 25 de diciembre de 1541 un fenómeno natural destrozó la ciudad; y en 1543 los piratas franceses incendiaron lo que quedó. El 5 de noviembre de 1979 fue declarada Monumento Artístico Nacional.
13
  Pero el pasado de Nueva Cádiz y las  islas que conforman el Estado nos lo reconstruyó Enrique Bernardo Nuñez en su novela Cubagua .  No se puede entender esta región sin hacer una lectura de la novela, en la que confluyen personajes de distintas épocas  y para quienes el tiempo carece de barreras. Allí están Ramón Leiziaga y sus investigaciones en la zona de perlas en Cubagua; Nila , hija del cacique Rimaría; y Fray Dionisio, misionero del siglo XVI. Ellos,  junto a Diego de Ordaz , representan el pasado transformado a través de un recurso literario en gente del presente. La obra  anuncia la revolución literaria latinoamericana que más tarde se impuso con el Realismo Mágico y lo Real Maravilloso. En el ella buscamos la verdad de nuestra historia, el misterio de nuestro pasado: fray Dionisio hurga en viejos papeles y Leiziaga en sus proyectos mineros.
14

  Cubagua está escrita en una prosa muy poética: “En Paraguachi, a la hora de vísperas, en la puerta del templo, se veía a un franciscano, hombre alto, cojo de edad indefinible. Era el párroco fray Dionisio de la Soledad, que seguía con la mirada la puesta del sol y las rojas flores de cedro desprendidas por el viento”

Otros ejemplos: “Pero con el sol los recuerdos desaparecen. El mundo es hermoso y sólo ella existe. Venus asciende hasta la luna. Tendido en la arena, Leiziaga se olvida del petróleo, de los tesoros sepultados en Cubagua, de su misma vida anterior, y observa el jeroglífo que los cardones van trazando. El mar acumula en la orilla su nieve efímera, sus flores, sus algas”.

“El mar es de un verde diáfano. Las playas lejanas brillan como guijarros. La luz blonda, vigor de la espátula en torno de las rocas, alza sus velos argentados, sus sinfonías de llamas sobre islas y farallones”

“Los pies se hunden en el río de nácar. Rocío de mundos”

  Nueva Cádiz es descrita así: “ Las casas eran altas, macizas como fuertes. En las calles estallaba el tumulto de lonjas improvisadas”. “Nueva Cádiz fue sacudida por tormentas y terremotos, atacada por los piratas y los caribes. Cuando cesó el tráfico de esclavos los vecinos huyeron. No había ya quien llevase agua ni leña. La ciudad quedó abandonada y el mar sepultó sus escombros”.

“Brillaban las calles esmaltadas de nácar. La noche anterior cayó una lluvia límpida sobre Cubagua. El mar tiembla, se estremece con alegría infinita”

15

  Uno de los personajes de la novela es el doctor Gregorio Almozas, quien se anunciaba en un consultorio en La Asunción como “Médico, Cirujano y Partero”. Una vez, le indagaron con sorpresa acerca de un fórceps oxidado(pinza para extraer el feto) que cargaba en un estuche de madera. Él contesto que lo usaba asimismo, sin limpiarlo. Además agregó que lo acababa de emplear en un parto muy laborioso de gemelos.


16
  Enrique Bernardo Núñez describe casos de tracoma en niños de Margarita. En alguna parte se habla de un hombre que inoculó a su esposa el bacilo de Hansen (responsable de la lepra), y a quien luego recluyen en un lazareto con “sus bellas manos mutiladas”.
17
    Desde España solicitaban betún (petróleo) proveniente de Cubagua para uso medicinal. Cuciú (luciérnaga) , una mujer india legendaria tenía una farmacia para curar las bubas de los conquistadores con guayacán (árbol emblemático de Margarita) y aceite de drago. Vendía también betún. Curaba la ceguera y el cáncer: “Los murciélagos y serpientes del Hypayari, las flechas envenenadas, cuando no mataban, abrían la carne para una horrible agonía. Morían rabiosos,entre convulsiones. Aplicaba a sus heridas un hierro encendido y ellos se prestaban dóciles al suplicio con la esperanza de vivir...”.

   El dios  Amalivaca  enseñó a los indios el arte de curar .En Cubagua había muchas arañas y sus picaduras provocaban “vivos dolores”. El doctor Tiberio Mendoza sufría ataques de asma.
18
  La infección de los ojos, la conjuntivitis granulosa, mal terrible de la vista es descrita líricamente:

 “Mujeres ciegas por el tracoma concentran su mirada en el mar. Tejen cestas y esteras. Tejen febrilmente. En el aire embalsamado las visiones nocturnas salen al paso y luego, como toda imagen salida de nosotros mismos, se aleja y desenvuelve su propia vida, la buscaba en la orilla donde las conchas se abren como flores y los veleros descansan de las travesías largas y temerarias”


19
La novela complementa lo que la historia desconoce sobre Cubagua. Ella se inserta bellamente en los pocos vestigios que el Museo Nueva Cádiz conserva sobre la Isla de las Perlas.

20
   Aunque estaba ganando la partida de ajedrez, ofrezco tablas porque debo tomar el ferry. Obtengo medalla de bronce. Regreso en el ferry tradicional. En viaje lento contemplo el mar. Es de noche y una brisa fresca nos acompaña. Cuatro horas dura el regreso a Puerto La Cruz.