Fuerzas eólicas permiten la acumulación de arena menuda y rosácea en
una pugna eterna con los elementos centrífugos de la erosión.
Caminas solventando cráteres y ondulaciones entre el
paisaje de lejanías verdi-azules
, circulares y extasiantes .
Por un instante sientes
la pesadez en los pies , pero luego te haces todopoderoso al meditar y respirar profundamente.
.Percibes, entonces ,
un gran alivio corporal y espiritual.
La huella sobre la
arena movediza es casi inmediatamente borrada por una ráfaga de aire silbante.
Un frescor salvaje y acogedor invade nuestro cuerpo, y entonces se piensa en la
grandeza y las cosas buenas del alma, la
sabiduría de la naturaleza y las
bellezas geográficas de nuestro país.
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