MARACAIBO
(2006)
Edgardo Malaspina
1
Partimos a las 12 de la noche
desde la Casona Universitaria, antiguo hospital de San Juan de los Morros. Se
inician los XIII Juegos profesorales en Maracaibo. Tardamos nueve horas en
llegar. El atraso se debe a un autobús que se coleó cerca de Ciudad Ojeda y
obstaculizó la vía.
El día anterior busqué en un mapa la
ubicación del Estado Zulia. Es el quinto más grande con 63.000 km2. Tiene tres
millones de habitantes, lo que lo hace el Estado con mayor población. Además,
el mayor número de indígenas vive allí. Su árbol es el cocotero. Tiene 21
municipios. Maracaibo fue fundada en 1529. Tenemos una pequeña confusión con lo
del lago, pues, nos parece que un lago es una masa de agua rodeada de tierra:
pareciera que allí están dos golfos ya que el mar penetra las porciones de
tierras. Bueno, el puente General Rafael
Urdaneta es el más largo del país con más de 8 km.
2
Llegamos casi a las 10 de la mañana. Nos
alojamos en el hotel Shariff en la segunda circunvalación. Hasta el mediodía no
hay cuartos libres. Perdemos toda la mañana y en la tarde descansamos.
3
En la Asociación de Profesores de la
Universidad del Zulia (APUZ), unas instalaciones bien dotadas y que se encuentran muy cerca de la propia
casa de estudios, se inician los juegos. Mi contrincante es de la Universidad
Simón Bolívar. Es un judío arrogante. Hago buen juego, me pongo a ganar a mitad
de la partida, pero en el final fallo.
Aprendo que el ajedrez es paciencia. Si te desesperas, pierdes, como en
todas las cosas de la vida.
4
Me voy en bus hasta la catedral de la
Chiquinquirá. La iglesia es amplia, decorada con imágenes hasta en el techo y
con asientos de madera bien tallados y pintados de tal manera que adquieren un
aspecto marmóreo. Hay misa. Veo el retablo de la Santa Virgen del Rosario de la
Chiquinquirá con su corona dorada. En 1560
el español Antonio Santana, del pueblo Suta de Boyacá, encargó el cuadro de la
Virgen del Rosario. El artista la pintó
con San Antonio de Padua a la derecha y
San Andrés a la izquierda. En 1562 Santana colocó el cuadro en una capilla de
su hacienda. La lluvia dañó el cuadro y en 1578 lo abandonaron como inservible
en Chiquinquirá. En 1585 llegó de España
María Ramos, esposa de Santana. Abandonada por su esposo pasó a vivir a
Chiquinquirá, y allí encontró el lienzo de la Virgen en el cuarto de los
animales. Lo recuperó, aunque apenas se veía la imagen, y desde entonces le
dedicó sus oraciones. El 26 de diciembre de 1586 descubrió que la pintura
resplandecía e iluminaba su cuarto.
5
Visito un sector de casas antiguas y la Iglesia de Santa Bárbara. Voy al
Centro Lía Bermúdez. Una rocola toca una canción de Julio Jaramillo. Allí mismo
hay una exposición de numismática del Banco Central de Venezuela. Me pierdo en
el Mercado de las Pulgas. En el malecón las lanchas tienen dos meses que no
trabajan.
6
En la Asociación de Profesores de la Universidad del Zulia gano un juego de ajedrez en la mañana y
pierdo otro en la tarde. Visito la Vereda del Lago. Observo el Relámpago del
Catatumbo. Nuevamente a la Catedral de la Chinita. Llueve y me refugio en una
bodega llamada La Artesanía de la Chinita. El amo juega ajedrez. Dos horas
espero un taxi para dirigirme al hotel.
7
Voy al Complejo Científico-Cultural Simón
Bolívar. El Planetario está cerrado, pero hay una exposición con animales
prehistóricos de imitación. Allí está el Museo de la Radio con aparatos
antiguos y cúpulas de sonido de cristal, muy grandes. Hay muchas fotos de Don
José Higuera, fundador de Radio Popular.
8
Escucho una explicación del Relámpago del Catatumbo: los indios lo
consideraban un lugar para la purificación de las almas; para los navegantes
era un guía, el faro de Maracaibo. La explicación puede estar en una reacción
del gas metano.
9
Visito el acuario y veo el tiburón nodriza, un cangrejo azul y un pez
payaso. Salgo y me dirijo a la laguna Las Peonías que se comunica con el lago.
Tomo fotos y luego marcho al Colegio de Médicos. Me entero que el Dr. Alexis
Delmoral , a quien conocí como
estudiante en Moscú, es otorrinolaringólogo.
10
De regreso el taxista quiere
hablar de política. Finjo que no me interesa el tema. Claramente molesto me
contesta inmediatamente: “Mientras haya putas, lotería y aguardiente, la gente
no se interesará en la política”.
11
A pesar de Aristóteles, el
taxista también tiene la razón.
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