EDGARDO MALASPINA EN LA CASA DE ANDRÉS ELOY BLANCO EN CUMANÁ

EDGARDO MALASPINA EN LA CASA DE ANDRÉS ELOY BLANCO EN CUMANÁ

viernes, 5 de febrero de 2016

EN MARACAIBO (2006)

MARACAIBO
(2006)

Edgardo Malaspina
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Partimos a las 12 de la noche desde la Casona Universitaria, antiguo hospital de San Juan de los Morros. Se inician los XIII Juegos profesorales en Maracaibo. Tardamos nueve horas en llegar. El atraso se debe a un autobús que se coleó cerca de Ciudad Ojeda y obstaculizó la vía. 
   El día anterior busqué en un mapa la ubicación del Estado Zulia. Es el quinto más grande con 63.000 km2. Tiene tres millones de habitantes, lo que lo hace el Estado con mayor población. Además, el mayor número de indígenas vive allí. Su árbol es el cocotero. Tiene 21 municipios. Maracaibo fue fundada en 1529. Tenemos una pequeña confusión con lo del lago, pues, nos parece que un lago es una masa de agua rodeada de tierra: pareciera que allí están dos golfos ya que el mar penetra las porciones de tierras. Bueno, el puente  General Rafael Urdaneta es el más largo del país con más de 8 km.
2

 Llegamos casi a las 10 de la mañana. Nos alojamos en el hotel Shariff en la segunda circunvalación. Hasta el mediodía no hay cuartos libres. Perdemos toda la mañana y en la tarde descansamos.
3


 En la Asociación de Profesores de la Universidad del Zulia (APUZ), unas instalaciones bien dotadas  y que se encuentran muy cerca de la propia casa de estudios, se inician los juegos. Mi contrincante es de la Universidad Simón Bolívar. Es un judío arrogante. Hago buen juego, me pongo a ganar a mitad de la partida, pero en el final fallo.  Aprendo que el ajedrez es paciencia. Si te desesperas, pierdes, como en todas las cosas de la vida.
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   Me voy en bus hasta la catedral de la Chiquinquirá. La iglesia es amplia, decorada con imágenes hasta en el techo y con asientos de madera bien tallados y pintados de tal manera que adquieren un aspecto marmóreo. Hay misa. Veo el retablo de la Santa Virgen del Rosario de la Chiquinquirá con su corona dorada.  En 1560 el español Antonio Santana, del pueblo Suta de Boyacá, encargó el cuadro de la Virgen del Rosario.  El artista la pintó con San Antonio de Padua  a la derecha y San Andrés a la izquierda. En 1562 Santana colocó el cuadro en una capilla de su hacienda. La lluvia dañó el cuadro y en 1578 lo abandonaron como inservible en  Chiquinquirá. En 1585 llegó de España María Ramos, esposa de Santana. Abandonada por su esposo pasó a vivir a Chiquinquirá, y allí encontró el lienzo de la Virgen en el cuarto de los animales. Lo recuperó, aunque apenas se veía la imagen, y desde entonces le dedicó sus oraciones. El 26 de diciembre de 1586 descubrió que la pintura resplandecía e iluminaba su cuarto.
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  Visito un sector de casas antiguas y la Iglesia de Santa Bárbara. Voy al Centro Lía Bermúdez. Una rocola toca una canción de Julio Jaramillo. Allí mismo hay una exposición de numismática del Banco Central de Venezuela. Me pierdo en el Mercado de las Pulgas. En el malecón las lanchas tienen dos meses que no trabajan.
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  En la Asociación de Profesores de la Universidad del  Zulia gano un juego de ajedrez en la mañana y pierdo otro en la tarde. Visito la Vereda del Lago. Observo el Relámpago del Catatumbo. Nuevamente a la Catedral de la Chinita. Llueve y me refugio en una bodega llamada La Artesanía de la Chinita. El amo juega ajedrez. Dos horas espero un taxi para dirigirme al hotel.

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   Voy al Complejo Científico-Cultural Simón Bolívar. El Planetario está cerrado, pero hay una exposición con animales prehistóricos de imitación. Allí está el Museo de la Radio con aparatos antiguos y cúpulas de sonido de cristal, muy grandes. Hay muchas fotos de Don José Higuera, fundador de Radio Popular.
8
  Escucho una explicación del Relámpago del Catatumbo: los indios lo consideraban un lugar para la purificación de las almas; para los navegantes era un guía, el faro de Maracaibo. La explicación puede estar en una reacción del gas metano.
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  Visito el acuario y veo el tiburón nodriza, un cangrejo azul y un pez payaso. Salgo y me dirijo a la laguna Las Peonías que se comunica con el lago. Tomo fotos y luego marcho al Colegio de Médicos. Me entero que el Dr. Alexis Delmoral ,  a quien conocí como estudiante en Moscú, es otorrinolaringólogo.
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De regreso el taxista quiere hablar de política. Finjo que no me interesa el tema. Claramente molesto me contesta inmediatamente: “Mientras haya putas, lotería y aguardiente, la gente no se interesará en la política”.
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A pesar de Aristóteles, el taxista también tiene la razón.










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