POR LOS PUEBLOS DE VENEZUELA
Edgardo Malaspina
UNA VELADA LITERARIA EN EL MUSEO
DE BELLAS ARTES
(Caracas, 1993)
1
Asisto a unas jornadas sobre
ética en la literatura en el Museo de Bellas Artes. El nombre de por sí es
elocuente. Hablarán de las letras como arte con la posibilidad de convertirse
en mercancía, compromiso ético del escritor y su papel ante la sociedad, los
plagios, las asociaciones de escritores; además, debatirán si en la literatura
como en el amor todo se vale.
2
Los ponentes son unos pesos
pesados del mundo escritural: Arturo Uslar Pietri, Rafael Cadenas, Rafael Arráiz
Lucca, Gustavo Luis Carrera, Denzil Romero, Luis Barrera Linares, Igor Delgado
Senior, Coupolican Ovalles, José Balza, Juan Nuño, entre otros.
3
Arturo Uslar Pietri dice que la
producción literaria es un acto solitario,
individual. Una biblioteca tiene rincones con
libros y manuscritos que sólo conoce su dueño. Sobre el Socialismo Real
y la literatura afirma: “Ni Felipe II ni Luis XIV tuvieron tanta injerencia
sobre la libertad de conciencia de los hombres. Ese control absoluto sobre el
trabajo intelectual le estaba reservado al siglo XX con la aparición de los
regímenes totalitarios y la literatura comprometida”.
4
Al terminar su intervención
saludo a Arturo Uslar Pietri, hago algunos comentarios sobre su discurso y le obsequio mi libro “Del Socialismo Real a
la perestroika”. Lo hojea, lo coloca en un bolsillo de su paltó y me dice: lo revisaré. Me da la mano y se
marcha.
5
José Meléndez, amigo de andanzas
en Rusia, me presenta a Coupolicán Ovalles. Luego visitaré varias veces la sede
de la Asociación de Escritores de Venezuela. Allí conversaré con Elí Galindo y
Luis Camilo Guevara. Todos ellos beben vodka mientras conversan de poesía y de
cualquier tema que cruce sus mentes. Coupolicán me regala un hermoso libro autografiado,
de lujo, sobre “La casa en la poesía
venezolana”.
6
“En la casa surgen las íntimas
convivencias, los anhelos, alegrías y angustias, que marcados en ese ámbito
dejan sus huellas profundas en el espíritu.”(Gustavo Pérez Ortega)
7
“…Dejemos que las casas penetren
al lector, sus patios los llenen de hojas y de plumajes de aves de corral; que
el viajero tenga asiento en ellas y el errante pueda pueda descansar sus
adoloridos pies frente a uno de sus muros”.(Elí Galindo).
8
“Casa del cielo o pálpito de las
teogonías. El ser universal, desprendiéndose de su forma imaginaria, morfología
de un parto de presencias: el hombre como patio, como techo, como pájaro o como
rayo de romas.” (Coupolicán Ovalles).
9
Las citas son del libro sobre
“La casa en la poesía venezolana”, que me obsequió Coupolicán entre tragos y
promesas de entregarme el material médico de su abuelo Víctor Manuel, y una copia de “¿Duerme usted, Señor
Presidente? (“Todo está podrido, Miraflores también”).
Una vez conversábamos sobre la extinta
URSS. Lo llamarón para una reunión, pero declinó asistir y me dijo: yo aprendo
más aquí hablando de Rusia. No tengo nada que buscar por allá.
En otra ocasión, mientras escanciaba una
botella de vodka, me preguntó: ¿Tienes fuerza de voluntad para no beber aunque
sólo sea un día? No espero mis palabras y el mismo se respondió: yo no la
tengo.
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La casa es una necesidad de todo el mundo animal, o de casi todo.
Entre las páginas del libro del cual hablamos coloqué un recorte que tomé de El
Nacional y que me conmovió:
“…En un pequeño pueblo de China
una pareja de golondrinas construyó un nido en la cornisa de una casa. El dueño
de ésta última inmediatamente destruyó el refugio de las aves. Por cinco veces
consecutivas las golondrinas hicieron su
nido, y por tanta veces el dueño lo destruyó. Hasta que los pájaros, en un
desesperado arrebato de impotencia, se suicidaron lanzándose en picada…”
11
Coupolicán debe hablar en las
jornadas del Museo de Bellas Artes sobre los gremios en la defensa de la ética.
El jefe de protocolo lo llama varias veces, y cuando se constata su ausencia
interviene y grita una mujer desde el
fondo de la sala: ¡Búsquenlo en un bar de Sabana Grande!
12
En la Sociedad de Escritores le
cuento a Copoulicán el incidente con la mujer. Sin pensarlo me contesta: lo
sabía, por eso no asistí. Prefiero estar lejos cuando me tiran mierda.
CALABOZO
(1997)
“CINCO PA LAS DOCE” O DE CÓMO
CONOCÍ AL AUTOR DE ESA CANCIÓN
Luego de una velada cultural en
Calabozo nos reunimos a la vera de unos mangos para escapar del inclemente sol.
Por allá, un poeta recitaba sus versos; en otro lado, un arpa sonaba; y más
acá, una guitarra se oía.
Luis Alberto Sandoval, cantante
de Valencia, con gran inspiración cantaba “La noche de tu partida”. Al
finalizar, alguien preguntó quién era el autor de esa canción. Las respuestas
fueron muchas. Uno contestó que era de un mexicano; otro, que de un peruano; y
mientras se divagaba en las respuestas, el propio autor, Oswaldo Oropeza,
sentado entre nosotros, escuchaba sin inmutarse y con humildad.
OSWALDO OROPEZA, el autor de
CINCO PA LAS DOCE y muchos otros éxitos musicales se echó un trago de whisky,
nos habló de sus canciones y las entonó para nosotros, un pequeño círculo de
personas, lo que se traducía en un verdadero honor.
Nos habló de cómo se
inspiró para escribir su gran éxito, “5
pa las 12”, la infaltable canción de los fines de año convertida en un himno
latinoamericano. “Siento que he cumplido ante la Historia con esta canción. Me
siento feliz”, dijo. Luego explicó como el 1961 leyó en un periódico que Felipe
Herrera, presidente del Banco Interamericano de Desarrollo, no tenía tiempo en
medio de sus ocupaciones para ver a su madre. Por lo que la señora se vio en la
obligación de solicitar una audiencia
oficial y hacer la cola, como todos los usuarios, para poder ver a su propio
hijo.
Oswaldo Oropeza se preguntó si
el trabajo, las ocupaciones y las cosas
materiales pueden hacer que un hombre se
haga insensible hasta con su propia madre, hasta el punto de no dedicarle unos
minutos. Habló con tal sentimiento de nuestras progenitoras que se hizo un
hondo silencio, y entre sorbos de licor rodaron lágrimas.
Oropeza le dio vueltas a esta noticia y llevó al papel sus ideas.
Había nacido “5 pa las 12”.
“Me gustaría regresar a Guárico
y hacer uno gira con mis canciones”-dijo Oswaldo Oropeza. Corría el año de
1997, y su deseo no se cumpliría porque para diciembre 1998 los periódicos
notificaban su muerte.
TUCUPITA
(2006)
1
Viajo al “Encuentro de escritores de la Región Guayana”
en homenaje a Argenis Daza Guevara. El taxi tarda. Llamamos a otro, pero el
primero llega con diez minutos de retraso. A las 6 estoy en Dos Caminos. Miguel
Pérez, Director del Instituto de Cultura
del Estado Cojedes me recoge a las 8 am. Maneja un chofer al que llama
Platillón, cuyo nombre verdadero es Domingo. Lo de Platillón tal vez deba a una
calva prominente. El viaje es largo: Dos Caminos-EL Sombrero-Chaguaramas-Valle
de la Pascua-Tucupido-Zaraza- Aragua de Barcelona- Anaco-Maturin- Tucupita.
Llegamos a las 7 pm con mucha lluvia. Alguien dice que el tiempo lluvioso en
Tucupita puede durar tres días seguidos. Nos alojamos en el Hotel Saxxy en la
entrada de la ciudad. El hotel es un conjunto de pequeñas casas como el hotel
los Morros. Tiene piscina y está a
orillas de una entrada del Orinoco.
2
Casi a las 8 de la noche nos reunimos en la
Casa del Artista Plástico al lado de la plaza Bolívar para la inauguración del
evento. En esa casa hay una exposición de pinturas. Me llama la atención
algunos cuadros con gallos de lidia: allá un giro en pose elegante, bien
afeitado y como presto para la batalla; en otro extremo, un sambo con sus
afiladas espuelas. Mientras esperamos el inicio de la jornada cultural nos brindan whisky en vasos de cartón con hielo.
Antes, Miguel y yo bebimos unas cervezas en una licorería cercana.
Sael Ibáñez presenta la Revista
Nacional de Cultura. Alexis Marín habla de tópicos antropológicos en la región.
Miguel Pérez presenta mi libro “El credo estético literario de Argenis
Rodríguez”. Dice que no le gusta el título pero alaba el contenido. Cita varias
frases de Argenis y lamenta que no se haya realizado un análisis del “Vuelo de
los Gavilanes”, una novela de Rodríguez
.Al finalizar le pregunto por lo del título y me dice que eso lo hizo sólo por
polemizar. “Cuerdas del Orinoco”, un conjunto local, ameniza el acto.
3
En la noche cenamos y luego nos vamos hacia
la piscina. No hay luz. Traen varias botellas de whisky y empieza la
conversación bajo una luna pálida y en medio de la humedad dejada por la
lluvia. Balza no vino, dice uno. Otro hace referencias a Rafael Bolívar
Coronado: cuando Andrés Eloy Blanco gano el premio por su Canto a España, Bolívar Coronado le envió un
telegrama: “los astros giran, ¡gírame!”. Me bebo dos tragos y me retito a mi
habitación.
4
Me despierto a las 6 am. Salgo a dar un
paseo. Cinco botellas vacías es el resultado de la jornada etílica de
ayer. Doy varias vueltas a las cabañas. Voy a la piscina, la cual está
muy cerca del río. Muchas lanchas están en un estacionamiento, seguramente para
actividad turística. Una rampa une al hotel con un pedazo de playa. El río
imponente está rodeado de plantas diversas. Garzas y otras aves completan el
paisaje mañanero. Desayunamos y luego nos trasladamos al Instituto Tecnológico
Delfín Mendoza. Emilio Mosonyi, un académico hungaro de la UCV, habla de la
cultura del pueblo warao. Es
antropólogo y conoce varias lenguas. Su
discurso lo hace en warao y traduce luego al español. Se lamenta del daño que
se le hace al ambiente. Habla de las
aguas y la importancia de esa palabra en la lengua warao, la cual es muy
onomatopéyica a la hora de formar verbos relacionados con el agua, por ejemplo:
hay verbos distintos para definir el correr del agua, la lluvia, el agua de la
cascada, etc. El agua es una deidad,
dice el húngaro. Al finalizar saludo a Mosonyi en ruso y me contesta en ese
idioma. Roger Herrera se refiere al significado de la palabra Tucupita.
Relaciona el vocablo con Tucupido, y la palabra “guará” con Warao. Pero al
indagar con Mosonyi, éste dice que no se sabe el significado de Tucupita y no
ve relación entre guará y Warao.
5
Carlos Yuste habla de las Metáforas que el
río trae y cita un bello poema piaroa:
Si tú me miras
soy como la mariposa roja;
si me hablas,
soy como el perro que escucha
si me amas,
soy la flor, que se calienta,
entre tus cabellos.
Si me rechazas,
soy como una canoa vacía
que boga por el río
y los peñascos la destrozan.
6
El almuerzo nos lo traen al instituto.
Comemos pescado, ensalada y yuca. Pregunto qué clase de pescado es. Me dicen es
laolao, una especie de bagre o rayado
No tiene espinas porque es de cuero duro, me explican. Comento esta
explicación, y Platillón dice que cuero duro tienen las culebras de agua. Luego
afirma que el almuerzo era, sin duda alguna, de culebra. No lo creo.
El
bus nos deja en el centro de la ciudad. El mercado no tiene artesanía de
la región. Sólo pescados y algunas verduras. Hay un expendio de artesanía, pero
de una cooperativa. Los propios indígenas, que son el 50 % de los habitantes,
no tienen nada. El Orinoco se mete por todas las rendijas del pueblo, por las
calles y sus quebradas, bajo los puentes. Un paseo a orillas de río tiene el
atractivo de un inmenso paisaje acogedor, dos barcos viejos anclados y muchas aves volando. Varios
bustos de héroes de la independencia adornan un recuadro del paseo. En alguna
parte diviso un pequeño monumento que
creo es en honor a Eleazar López
Contreras. No estoy seguro porque lo veo de lejos. Regresó al hotel en taxi. El
taxista comenta que hay muchos vehículos en Tucupita porque los del gobierno
regional los han adquirido junto a sus
familiares.
7
A las 3 pm recorremos la ciudad y visitamos
el mercado cooperativa. Compró algunas cestas. Los waraos son maestros de la
cestería. Vamos a la Biblioteca José Balza para un recital de poesía. Un bardo
explica en un poema lo que debe entenderse por un presidente: un sapo es jardinero, un loro es
locutor… y un burro es presidente ; peró
aclara diligentemente que su poema tiene vigencia hasta 1998. Por si acaso.
Luego lee otro poema sobre la revolución. Es un poema onomatopéyico que imagina
la revolución como una lucha armada con disparos de metralleta, pistolas y
otros aperos bélicos: la revolución es shiiii, pam, pam, pam pum pun,
ratatatatatatatatata…
8
Interviene una mujer. Habla en versos de su
hoja curricular. En otro de sus poemas enumera algunos productos alimenticios.
Platillón abandona el recinto y murmura que eso parece una lista para hacer
mercado. Esto es una vaina de locos, remata mientras mastica tabaco juntado con
chimó aliñado y cubierto de miel para
fortalecerlo.
9
Una poetisa delgadísima, con lentes y que a cada rato enciende un
cigarrillo, lee unos versos feministas en los que define lo que es un amante.
Me gustan esos versos. Otro poeta pide ayuda para leer su obra. Pronuncia una
letanía y el público debe decir “amen” después de cada párrafo. Así lo hacemos
y nos queda un sabor de que estamos rezando
en una iglesia. Una joven warao habla de la poesía en las canciones de su
pueblo. Entona una música bella y canta en warao. La canción se llama “el amigo
garza”. Le pregunto luego el significado: “garza tu comida es un camarón y
cuando no lo consigues aquí te vas a otro lado”. Otra joven lee sus versos dedicados a su
padre muerto. Mirian, la esposa de Miguel Pérez, ve un parecido entre esos
versos y la canción “viejo mi querido viejo”. Pérez lee sus versos dedicados a su abuela de 103 años.
10
Salimos. Recorremos la ciudad. Bajamos al río
por el paseo. Varias lanchas cruzan las
aguas. La gente visita los kioskos que expenden comidas. La ciudad está sucia y
es un mosaico de contrastes. Una villa se conjuga con un rancho de cinz.
Cinz por todos los costados y en el
techo; pero con antena parabólica y un aparato de aire acondicionado. Paradojas
de la posmodernidad.
11
En la cena converso con Luis Camilo
Guevara. Recuerda las veladas en la Casa del Escritor con Caopulicán Ovalles y
Eli Galindo. Eso era terrible, empezábamos
desde la mañana, sin comida. Eso no lo aguanta nadie; en los últimos
tiempos ellos bebían sólo vodka, algo difícil de pasar , aguardiente puro; pero
era muy romántico, dice Luis Camilo.
12
Converso con Mosonyi. Habla de las
lenguas, del sánscrito, del periodo dravídico, de los tipos de lenguas y el
origen de las mismas.
13
Conozco al poeta Jaime Ramos, de Monagas. Confiesa que la poesía le
ayuda enormemente para luchar junto a su
hijo Jorge, enfermo de carcinoma. Ha escrito varias poesías sobre el tema .De
su poemario “Me mantengo en rebelión mientras duermo” copio “Vamos”:
vamos Jorge
vamos a ser fuertes
vamos a darle duro al carcinoma
vamos a sacarlo de jonrrón de tu
cuerpo
que se vaya lejos
donde estas lágrimas no sepan
jamás de él
que se vaya lejos como un foul
de Sammy Sosa
o de nuestro Bob Abreu
que se vaya lejos de todos los
niños
lejos de todos los hombres
vamos Jorge
vamos a patearlo duro
vamos a romper la red
como lo hace Ziddane
como nuestro Arango
como sólo los niños lo saben
hacer
vamos Jorge
que Dios está en nuestro equipo
vamos
14
A las diez de la noche emprendemos el viaje
de regreso. En la entrada de Maturín nos sorprende un accidente. Dos gandolas y
una buseta se dan un encontronazo. El chofer de la buseta muere y nosotros
perdemos casi tres horas detenidos en medio de la carretera y bajo la lluvia.
15
En el El Furrial nos detenemos un rato en un bar de
mala muerte. Son las tres de la madrugada y unas puticas beben cervezas con
quien parece es su jefa. Miguel comenta el hecho y habla de una generación
perdida. Luego, al amanecer, lee el prólogo de su publicación “Gran pulpería del libro”. Es una excelente
obra y yo tengo en mente extraer párrafos sobre el amor a los libros y la
cultura para leérselos a mis
estudiantes.
16
Después de cruzar Valle de la Pascua vemos otro accidente: un chofer de
gandola yace atrapado entre hierros.
17
En un viaje se aprende bastante, tanto de la vida como de la muerte.
MARACAIBO
(2006)
1
Partimos a las 12 de la noche
desde la Casona Universitaria, antiguo hospital de San Juan de los Morros. Se
inician los XIII Juegos profesorales en Maracaibo. Tardamos nueve horas en
llegar. El atraso se debe a un autobús que se coleó cerca de Ciudad Ojeda y
obstaculizó la vía.
El día anterior busqué en un mapa la
ubicación del Estado Zulia. Es el quinto más grande con 63.000 km2. Tiene tres
millones de habitantes, lo que lo hace el Estado con mayor población. Además,
el mayor número de indígenas vive allí. Su árbol es el cocotero. Tiene 21
municipios. Maracaibo fue fundada en 1529. Tenemos una pequeña confusión con lo
del lago, pues, nos parece que un lago es una masa de agua rodeada de tierra:
pareciera que allí están dos golfos ya que el mar penetra las porciones de
tierras. Bueno, el puente General Rafael
Urdaneta es el más largo del país con más de 8 km.
2
Llegamos casi a las 10 de la mañana. Nos
alojamos en el hotel Shariff en la segunda circunvalación. Hasta el mediodía no
hay cuartos libres. Perdemos toda la mañana y en la tarde descansamos.
3
En la Asociación de Profesores de la
Universidad del Zulia (APUZ), unas instalaciones bien dotadas y que se encuentran muy cerca de la propia
casa de estudios, se inician los juegos. Mi contrincante es de la Universidad
Simón Bolívar. Es un judío arrogante. Hago buen juego, me pongo a ganar a mitad
de la partida, pero en el final fallo.
Aprendo que el ajedrez es paciencia. Si te desesperas, pierdes, como en
todas las cosas de la vida.
4
Me voy en bus hasta la catedral de la
Chiquinquirá. La iglesia es amplia, decorada con imágenes hasta en el techo y
con asientos de madera bien tallados y pintados de tal manera que adquieren un
aspecto marmóreo. Hay misa. Veo el retablo de la Santa Virgen del Rosario de la
Chiquinquirá con su corona dorada. En 1560
el español Antonio Santana, del pueblo Suta de Boyacá, encargó el cuadro de la
Virgen del Rosario. El artista la pintó
con San Antonio de Padua a la derecha y
San Andrés a la izquierda. En 1562 Santana colocó el cuadro en una capilla de
su hacienda. La lluvia dañó el cuadro y en 1578 lo abandonaron como inservible
en Chiquinquirá. En 1585 llegó de España
María Ramos, esposa de Santana. Abandonada por su esposo pasó a vivir a
Chiquinquirá, y allí encontró el lienzo de la Virgen en el cuarto de los
animales. Lo recuperó, aunque apenas se veía la imagen, y desde entonces le
dedicó sus oraciones. El 26 de diciembre de 1586 descubrió que la pintura
resplandecía e iluminaba su cuarto.
5
Visito un sector de casas antiguas y la Iglesia de Santa Bárbara. Voy al
Centro Lía Bermúdez. Una rocola toca una canción de Julio Jaramillo. Allí mismo
hay una exposición de numismática del Banco Central de Venezuela. Me pierdo en
el Mercado de las Pulgas. En el malecón las lanchas tienen dos meses que no
trabajan.
6
En la Asociación de Profesores de la Universidad del Zulia gano un juego de ajedrez en la mañana y
pierdo otro en la tarde. Visito la Vereda del Lago. Observo el Relámpago del
Catatumbo. Nuevamente a la Catedral de la Chinita. Llueve y me refugio en una
bodega llamada La Artesanía de la Chinita. El amo juega ajedrez. Dos horas
espero un taxi para dirigirme al hotel.
7
Voy al Complejo Científico-Cultural Simón
Bolívar. El Planetario está cerrado, pero hay una exposición con animales
prehistóricos de imitación. Allí está el Museo de la Radio con aparatos
antiguos y cúpulas de sonido de cristal, muy grandes. Hay muchas fotos de Don
José Higuera, fundador de Radio Popular.
8
Escucho unas explicaciónes del Relámpago del Catatumbo: los indios lo
consideraban un lugar para la purificación de las almas; para los navegantes
era un guía, el faro de Maracaibo. La verdadera causa puede estar en una
reacción del gas metano.
9
Visito el acuario y veo el tiburón nodriza, un cangrejo azul y un pez
payaso. Salgo y me dirijo a la laguna Las Peonías que se comunica con el lago.
Tomo fotos y luego marcho al Colegio de Médicos. Me entero que el Dr. Alexis
Delmoral , a quien conocí como
estudiante en Moscú, es otorrinolaringólogo.
10
De regreso el taxista quiere
hablar de política. Finjo que no me interesa el tema. Claramente molesto me
contesta inmediatamente: “Mientras haya putas, lotería y aguardiente, la gente
no se interesará en la política”.
11
A pesar de Aristóteles, el
taxista también tiene la razón.
BARQUISIMETO
(2007)
1
Viajo a Barquisimeto a un encuentro de la Red de Escritores de
Venezuela. Nos hospedamos en el Hotel Hevelin en la Avenida Vargas. Representamos a
Guárico Saúl Sivira, Tibisay Vargas, Jeroh Montilla y yo.
2
Muy temprano salgo a caminar por la ciudad.
A las 9 estamos en la
Biblioteca Pio Tamayo en la plaza Los Ilustres. Interviene el
ministro de cultura Francisco Farruco Sesto. El discurso del ministro es de
amplitud e inclusión. No obstante hay escritores que proponen que la Red sea sólo de afectos al
gobierno. Converso con él.
3
Una Red de Escritores
Socialistas de Venezuela es una ridiculez, por decir lo menos. De allí pudieran
derivarse otras redes de escritores: la de los adecos, socialcristianos, y la
que se le ocurra a cualquier partido
político.
4
En la noche leo el periódico. El historiador
Tomás Straka dice: “Aquellos que, contra todas las tentaciones y pronósticos,
anónimamente cumplen con su deber. Aun cuando ser deshonesto o ineficientes sea
más fácil y, a veces, hasta más premiado. Ellos son de la casta que ha
permitido que Venezuela sobreviva hasta hoy. Los verdaderos hacedores, padres y
madres de la patria.
5
Voy el Museo de Barquisimeto,
donde antiguamente funcionaron varios hospitales y una cárcel. Los primeros
hospitales se construyeron en la India. Trescientos años antes de Cristo. El
primer hospital asociado a la caridad
cristiana (hospital: del latín
hospitalis: caritativo con los huéspedes) fue levantado en Cesárea, capital de
Capadocia por San Basilio en el año 369.El
primer hospital de América fue el de San Niciolás de Bari en Santo Domingo,
fundado por Fray Nicolás de Ovando en 1502.El primer hospital venezolano,
históricamente documentado, fue el de Santiago en Barquisimeto en 1565, elevado
por el padre Pedro del Castillo. Barquisimeto fue fundada en 1552.
6
Estoy en el casco histórico y visito la primera iglesia
de la ciudad. En un viaje anterior
llegué hasta el Obelisco. No pude ver los famosos crepúsculos de la ciudad. Las
edificaciones lo impiden. En una plazoleta me siento y busco entre mis desordenados
papeles lo que escribe Giovanni Papini sobre los enemigos:
“La mejor venganza contra los que quieren hacerme de menos consiste en probar a volar a
una cumbre aún más alta. Puede que no llegara tan arriba sin el impulso de
quien me quería por los suelos. El individuo verdaderamente sagaz hace más aún:
se aprovecha de la mismísima difamación para mejor retocar su retrato,
suprimiendo la sombra que ocultan su luz. El envidioso se convierte, sin
pretenderlo, en colaborador de tu perfección”.
MARGARITA
(2007)
1
Nos reunimos en el Colegio de Médicos y
partimos a la 4 de la madrugada de SJM hacia Margarita. Viajé con el Dr.
Rachid. Vamos a participar en los XXVIII Juegos Deportivos de la Federación Médica
Venezolana. Nos detenemos en San Rafael de Orituco para desayunar con empanadas
y jugos. Al mediodía estamos en Puerto La Cruz.
A las 2 y 30 el ferry expreso empieza a moverse, y a la 4 y
30 llegamos a la isla. Nos hospedamos en el Hotel Margabella.
2
En la tarde salgo a pasear por
la avenida Santiago Mariño y 4 de Mayo
en Porlamar. Los establecimientos comerciales están cerrados: es fiesta patria
en la isla. Luego, Piro me explicará: la fecha es similar al 19 de Abril en el
resto del país. Nueva Esparta tiene once municipios y debe su nombre (en 1864
se le adjudicó el que lleva actualmente) a los héroes que nacieron en ella:
Santiago Mariño, Juan Bautista Arismendi y su esposa, Luisa Cáceres, José María
García , Joaquín Maneiro, Luis Gómez, Francisco Cedeño, Lucas Ortega y otros.
Tres islas conforman el Estado: Margarita, Coche y Cubagua (con las ruinas del
primer asentamiento español en América: Nueva Cádiz, destruida por un maremoto
en 1541)
3
Camino por las avenidas. Converso con el Dr.
Requena sobre su padre. En la tarde se inauguran formalmente los juegos en el
Estadio Guatamare. Desfilamos con nuestros uniformes.
4
Voy por el malecón y las avenidas. Juego ajedrez
en el Club Italo de la isla. Mi contendor, el Dr. Rafael Muñoz es de Yaracuy y coloca
sobre la mesa un amuleto en forma de alfil grande. Dice que se lo vendió un
cubano y lo preparó en las montañas de Sorte. Pierdo en dura batalla. Luego
todos afirman que mi opositor es uno de los mejores del gremio médico. Regreso
al hotel y llamo a Piro. Piro y Zoila me muestran la isla. Visitamos Pampatar,
El Valle del Espíritu Santo, La
Asunción y otras poblaciones. Recorremos varias playas:
Parguito, El Agua, Manzanillo , etc. Vamos a los castillos y fortines: San Carlos de Borromeo, Santa Rosa el Fortín
de la Caranta, el de la Galera; las iglesias de Nuestra Señora del Valle (allí
compro una imagen de la Virgen del Valle), Iglesia del Cristo del Buen Viaje.
5
Camino por el malecón y los establecimientos comerciales. Gané una
partida. Visito el Museo de Arte Contemporáneo Francisco Narváez. Allí conozco
al cronista de la ciudad Don Pedro Vergel Cedeño.
6
Visito la
Casa Natal de Mariño, la Casa
Natal de Arismendi, el Museo Diocesano, el Museo de Nueva
Cádiz y la Casa
de la Cultura Monseñor
Dr. Nicolás Eugenio Navarro.
Dicen que en una velada, después de 1830,
Páez se vanagloriaba y minimizaba el papel desempeñado por El Libertador.
Inmediatamente el general Santiago Mariño lo increpó: “Yo me enfrenté a Bolívar
hasta con la espada mientras usted le adulaba; ahora que está muerto yo admiro
y aprecio el legado de este grande
hombre, mientras usted lo denigra. Respete, general, la memoria de los que ya
no están entre nosotros”. Así era
Mariño: sin pelos en la lengua, valiente y tenaz en busca del poder .
Cultivaba por sobre todas las cosas la amistad; y a pesar de sus carácter recio
era también un gran jugador, como para combinar esa circunstancia dialéctica
signada por la necesidad y la casualidad, el trabajo y el azar.
7
Después de la declaración de Chacachacare e
iniciar acciones bélicas se convirtió en El Libertador de Oriente y creyó tener
los mismos derechos que Bolívar para decidir la suerte política y militar de
Venezuela, por eso defendía la existencia de dos estados: el de occidente y el
de oriente; más tarde reconoció la necesidad de unificar las fuerzas para
luchar por una sola patria. Volvió con sus ideas en el Congresillo de Cariaco y
en el Congreso de Angostura participó como diputado. En la Batalla de Carabobo
combatió como Jefe del Estado Mayor General del Ejército Libertador. Luego
impulsó la separación de Venezuela de la Gran Colombia desde los tiempos de la Cosiata.
En 1835 compitió con José María Vargas por la presidencia de la República. Los
votos no le favorecieron por eso en 1936 se alzó en armas. Páez lo redujo y lo
expulsó del país. Regresó en 1848 y José Tadeo Monagas lo nombró Comandante
General del Ejército. En 1853 se levantó contra José Gregorio Monagas y fue
encarcelado brevemente.
8
Cuando Pablo Morillo estuvo en su campaña por
Margarita arremetió contra todas las pertenencias de los patriotas. La casa
natal de Santiago Mariño en Valle del Espíritu Santo fue destruida. El 25 de
julio de1988, a los doscientos años de su nacimiento (25.7.1788) se construyó
una casona ( tratando de imitar la
derrumbada por orden de Morillo) en el estilo de la época. El ambiente
recuerda la historia del héroe y sus hazañas entre espaciosos pasillos rodeados
de acogedores jardines, fuentes, bibliotecas, antigüedades, armas de guerra,
retratos y bustos del hombre que se atrevió a disputarle el liderazgo al Padre
de la Patria.
9
El taxista que me lleva al museo comenta: “Es el sitio más importante de Margarita.
Mariño es tan grande como Bolívar” ; pero el que me trae de regreso dice:
“Mariño era un ambicioso , envidiaba a Bolívar”. Y yo pienso que el sentido de
la vida está en las diferencias.
10
El
gobernador de Margarita Don Bernardo D´Vargas Machuca construyó la sede de lo que hoy es el museo de Nueva
Cádiz entre 1609 y 1612 para el funcionamiento de la cárcel y el ayuntamiento
en La Asunción Aquí
el 4 de mayo de 1810 se firmó la incorporación de Margarita al movimiento
independentista. El gobernador Don Heraclio Narváez Alfonso (1950-1954) lo
declaró como lo conocemos ahora: Museo de Nueva Cádiz (en Cubagua), en honor de
la primera ciudad española en América del Sur. Cubagua , visitadad por Colón
por primera vez en su tercer viaje (1498)fue destruida por un maremoto en 1541.
Algunos objetos salvados se exponen en el museo junto a piezas precolombinas,
cañones y anclas del siglo XIX. De allí partieron en plan de conquista y
colonización Jácome de Castellón, Alonso de Ojeda, Juan de Ampíes, Diego de
Ordás y Diego de Lozada.
11
Los españoles llamaron el lugar “islote de
las perlas” , y oficialmente se le denominaba Costa Provincia de las Perlas.
Los indios eran sometidos y marcados con
una “C”. Luego eran obligados a extraer perlas. En 1523 descubrieron en la isla
aceite de petróleo, al cual se le adjudicó propiedades medicinales. Juan de
Castellanos en su Elegia de Varones Ilustres de Indias (1589) hizo la
observación (Elegia XIII, Canto Primero):
Tiene sus secas playas una fuente do bate la marina
de licor aprobado y excelente
en el uso común de medicina
el cual en todo tiempo de corriente
por cima de la amar se determina
espacio de tres leguas, con las manchas
que suelen ir patentes y bien anchas.
12
El 12 de septiembre de 1528 al poblado se
le otorgó rango de ciudad: Nueva Cádiz. El 25 de diciembre de 1541 un fenómeno
natural destrozó la ciudad; y en 1543 los piratas franceses incendiaron lo que
quedó. El 5 de noviembre de 1979 fue declarada Monumento Artístico Nacional.
13
Pero el pasado de Nueva Cádiz y las islas que conforman el Estado nos lo
reconstruyó Enrique Bernardo Nuñez en su novela Cubagua . No se puede
entender esta región sin hacer una lectura de la novela, en la que confluyen
personajes de distintas épocas y para
quienes el tiempo carece de barreras. Allí están Ramón Leiziaga y sus
investigaciones en la zona de perlas en Cubagua; Nila , hija del cacique
Rimaría; y Fray Dionisio, misionero del siglo XVI. Ellos, junto a Diego de Ordaz , representan el
pasado transformado a través de un recurso literario en gente del presente. La obra anuncia la revolución literaria
latinoamericana que más tarde se impuso con el Realismo Mágico y lo Real
Maravilloso. En el ella buscamos la verdad de nuestra historia, el misterio de
nuestro pasado: fray Dionisio hurga en viejos papeles y Leiziaga en sus
proyectos mineros.
14
Cubagua está escrita en una prosa muy
poética: “En Paraguachi, a la hora de
vísperas, en la puerta del templo, se veía a un franciscano, hombre alto, cojo
de edad indefinible. Era el párroco fray Dionisio de la Soledad , que seguía con la
mirada la puesta del sol y las rojas flores de cedro desprendidas por el
viento”
Otros
ejemplos: “Pero con el sol los recuerdos
desaparecen. El mundo es hermoso y sólo ella existe. Venus asciende hasta la
luna. Tendido en la arena, Leiziaga se olvida del petróleo, de los tesoros
sepultados en Cubagua, de su misma vida anterior, y observa el jeroglífo que
los cardones van trazando. El mar acumula en la orilla su nieve efímera, sus
flores, sus algas”.
“El mar es de un verde
diáfano. Las playas lejanas brillan como guijarros. La luz blonda, vigor de la
espátula en torno de las rocas, alza sus velos argentados, sus sinfonías de
llamas sobre islas y farallones”
“Los pies se hunden en el río
de nácar. Rocío de mundos”
Nueva Cádiz es descrita así: “ Las casas eran altas, macizas como fuertes.
En las calles estallaba el tumulto de lonjas improvisadas”. “Nueva Cádiz fue
sacudida por tormentas y terremotos, atacada por los piratas y los caribes.
Cuando cesó el tráfico de esclavos los vecinos huyeron. No había ya quien
llevase agua ni leña. La ciudad quedó abandonada y el mar sepultó sus
escombros”.
“Brillaban las calles
esmaltadas de nácar. La noche anterior cayó una lluvia límpida sobre Cubagua.
El mar tiembla, se estremece con alegría infinita”
15
Uno de los personajes de la novela es el
doctor Gregorio Almozas, quien se anunciaba en un consultorio en La Asunción como “Médico,
Cirujano y Partero”. Una vez, le indagaron con sorpresa acerca de un fórceps
oxidado(pinza para extraer el feto) que cargaba en un estuche de madera. Él
contesto que lo usaba asimismo, sin limpiarlo. Además agregó que lo acababa de
emplear en un parto muy laborioso de gemelos.
16
Enrique Bernardo Núñez describe casos de
tracoma en niños de Margarita. En alguna parte se habla de un hombre que
inoculó a su esposa el bacilo de Hansen (responsable de la lepra), y a quien
luego recluyen en un lazareto con “sus
bellas manos mutiladas”.
17
Desde España solicitaban betún (petróleo)
proveniente de Cubagua para uso medicinal. Cuciú (luciérnaga) , una mujer india
legendaria tenía una farmacia para curar las bubas de los conquistadores con
guayacán (árbol emblemático de Margarita) y aceite de drago. Vendía también
betún. Curaba la ceguera y el cáncer: “Los
murciélagos y serpientes del Hypayari, las flechas envenenadas, cuando no
mataban, abrían la carne para una horrible agonía. Morían rabiosos,entre
convulsiones. Aplicaba a sus heridas un hierro encendido y ellos se prestaban
dóciles al suplicio con la esperanza de vivir...”.
El dios Amalivaca
enseñó a los indios el arte de curar .En Cubagua había muchas arañas y
sus picaduras provocaban “vivos dolores”. El doctor Tiberio Mendoza sufría
ataques de asma.
18
La infección de los ojos, la conjuntivitis
granulosa, mal terrible de la vista es descrita líricamente:
“Mujeres ciegas por el tracoma concentran su
mirada en el mar. Tejen cestas y esteras. Tejen febrilmente. En el aire
embalsamado las visiones nocturnas salen al paso y luego, como toda imagen
salida de nosotros mismos, se aleja y desenvuelve su propia vida, la buscaba en
la orilla donde las conchas se abren como flores y los veleros descansan de las
travesías largas y temerarias”
19
La
novela complementa lo que la historia desconoce sobre Cubagua. Ella se inserta
bellamente en los pocos vestigios que el Museo Nueva Cádiz conserva sobre la Isla de las Perlas.
20
Aunque estaba ganando la partida de ajedrez,
ofrezco tablas porque debo tomar el ferry. Obtengo medalla de bronce. Regreso
en el ferry tradicional. En viaje lento contemplo el mar. Es de noche y una
brisa fresca nos acompaña. Cuatro horas dura el regreso a Puerto La Cruz.
PUERTO ORDAZ
(2007)
1
Partimos de San Juan de los Morros rumbo a Maracay. Natalia, Nataly y yo
viajamos a Puerto Ordaz. El bus llegó a las nueve y media a Maracay. A través
de los llanos llegamos a las tres de la
madrugada a Santa María de Ipire. Entramos al santuario del ánima del Taguapire, muy recordada por mi
padre y por la tía Carolina, quien le encendía velas y le solicitaba favores.
2
Diego de Ordaz (España,
1480-Venezuela, 1532) fue uno de los conquistadores españoles más intrépidos (subió
a un volcán en plena erupción en México,
por ejemplo), Intervino en expediciones
en Colombia, Panamá y México, antes de llegar a Venezuela. En Busca de El
Dorado navegó por el Orinoco (fue el primer europeo en hacerlo, porque
Cristóbal Colón y Vicente Yáñez Pinzón, no lo penetraron) y fue el primero en
hablar de la existencia de la Guayana,
denominación que difundió. Cuando en 1952 el gobierno venezolano fundo una
ciudad planificada a orillas del Orinoco, se le dio el nombre de Puerto Ordaz,
en su honor.
3
A las nueve de la mañana entramos al Terminal de Puerto Ordaz.
Rafael Velásquez, un viejo amigo que conozco desde Moscú, nos espera. Nos
alojamos en el Hotel Intercontinental, situado en el Parque Cachamay. Descansamos un poco y luego
salimos a reconocer la ciudad. Visitamos el Parque la Llovizna y el Ecomuseo .
Fue una caminata muy larga.
4
Tendría cinco años cuando
escuché a los mayores hablar de la tragedia de los maestros de escuela que
observaban La Llovizna desde un puente colgante, que ahora ha sido remodelado
totalmente. Hay paz en el sitio donde ayer hubo un espectáculo horrendo.
4
En la casa de Rafael hacemos una
parrilla. Bebemos vino y cuando se acaba rematamos con cervezas. Hablamos mucho
de Moscú. Rafael y yo viajamos juntos a Rusia en 1977. Él también estudiaba
medicina, pero se enfermó y no pudo continuar sus estudios. Se casó con una
ecuatoriana y regresó a Venezuela.
6
Camino por el Parque Cachamay observando los
ríos indómitos, infinitos y ruidosos. Un guardabosque me señala el sitio donde
se encuentran el Orinoco y el Caroní. Entre los árboles los monos saltan y
entretienen a la gente. Por riachuelos caminamos sobre peñascos. Las aguas
cristalinas permiten ver nítidamente muchos peces de diferentes colores y
tamaños.
En la noche, junto a Rafael y su familia,
asistimos Al Club Italo. En medio de una fiesta recibo el Premio Andrés Eloy
Blanco de poesía: medalla y diploma. De vez en cuando salimos al patio del
club, y bajo los árboles hablamos en una noche fresca y estrellada. Bebemos
whisky y bailamos hasta el amanecer.
7
Conversó con el Dr. Rafael Mucci Mendoza, quien
es condecorado por la Federación Médica. Es todo un sabio de nuestra medicina.
Habla pausado mientras se acaricia su barba blanca. En 1991 apareció en Cuba una
“nueva enfermedad” que estaba dejando ciego a sus habitantes. La Organización
Mundial de la Salud organizó la comisión en 1993 para investigar los hechos.
Mucci Mendoza formó parte de la misma. Me explicó lo que ha dicho en muchas
entrevistas sobre este sonado caso médico: “Ese es el momento en que yo voy a
Cuba y encuentro que las autoridades y los médicos cubanos no sabían lo que
estaba pasando y, además, confundían términos como neuritis óptica con
neuropatía óptica. Las personas a las que tuvimos acceso para hablar del
problema, entre quienes estaban el ministro de Salud y los viceministros, no
tenían idea del problema. Habían inventado que la ceguera de los enfermos se
debía a un virus, que habían bautizado como el Virus del Capitalismo y del que
decían que había sido inoculado por los Estados Unidos. Nada más llegar a Cuba,
la misión fue invitada a escuchar un discurso de Fidel Castro donde dijo que
nosotros estábamos en presencia de una enfermedad nueva, nunca descrita… y
resulta que esa enfermedad estaba minuciosamente documentada por su frecuencia
en los campos de concentración, donde cundía por falta de alimentación. La
ceguera cubana era producida por el hambre, falta de vitamina A. La ceguera
atacó a 50 mil personas. Lo triste fue que no les importó exponer a la
población a algo cuyo origen ignoraban, simplemente para ensañar a los cubanos
contra los Estados Unidos.”
8
Conocí una experiencia lejana
pero terriblemente similar a la del Dr. Mucci: algunos de nuestros muchachos
que fueron a Cuba para cursar estudios superiores regresaron sin haber
concluido sus cursos en un estado deplorable de su salud. El diagnóstico: anemia
por motivos alimentarios, por falta de
proteínas, de carnes.
9
Vistamos una exposición de
pinturas con cuadros originales de Botero. Luego vamos a un centro comercial y compramos algunos recuerdos
relacionados con la artesanía local. A
las cuatro y media de la tarde el bus inicia el regreso.
BARINAS
(2008)
1
Viajamos a Barinas al Encuentro Nacional de la
Red de Escritores de Venezuela. Salvador Lara, Ángel Puerta y yo partimos en un
carro expreso. Juan Toro, un profesor jubilado, es el chofer, quien además
ameniza la velada con unos videos del Conde del Guacharo y el Tarugo de la Caimana. Muy vulgar
el tal Tarugo.
En 8
horas llegamos y nos alojamos en el hotel Las Ferias, ubicado, según me parece
en la periferia.
Después
de la cena nos reunimos en la
Casa de la
Cultura. Allí , entre petroglifos indígenas, el acontecer
político es el plato fuerte. Algunos escritores pronuncian encendidos discursos
a favor de la revolución.
2
Un poeta recita sus versos:
Yo no
leo periódicos golpistas
yo leo
Vea.
Yo no
veo programas de televisión golpistas
yo veo
la Hojilla.
¡Tierno, tierno, muy tierno!
Luego un
escritor habla de defender el proceso
con acciones; vamos a la plaza a
gritar nuestras consignas, insta. Dice
estas cosas y las sigue con una retahíla de improperios que dejarían pálido al
propio Tarugo de la Caimana.
Leen un
manifiesto contra Uribe, pero los apoyos son tibios. Tan tibios que uno de los
participantes vociferó: ¿qué pasa
camaradas, donde están esas manos alzadas?
3
El Dr.
Pedro Pablo Linares me obsequia su libro sobre los guerrilleros desaparecidos en los años sesenta. Es un
trabajo de arqueología forense serio. Como
médico me le pongo a la orden. Las discusiones terminan con una velada
poética. En la madrugada en los pasillos del hotel retumba una proclama de
algún bardo pasado de tragos:
¡Viva
la poesía, coño nojoda!
4
Estamos en el Teatro Orlando Araujo, cerca de la plaza Zamora. El Dr.
Julio Silva me regala su libro
“Francisco Lo Russo: un ángel de María Lionza”. Es una obra sobre el culto
a la reina indígena en las montañas de Sorte. Francisco estudió con él, y ahora
se gana la vida brujeando. Es un hombre muy exitoso, dice Silva. Yo le comentó
que me interesa saber más sobre la creencia en María Lionza, por cuanto como
médico atendí pacientes que afirmaban haber sido “operados por la reina”. Julio acaba de
terminar un libro de entrevistas con José León Tapia. Me dice que el médico y
escritor barinés presentía su muerte.
Estaba por cumplir ochenta años y se preparaba para celebrarlos por todo lo
alto. Murió después de pasar consulta. Sí, a su edad todavía pasaba consulta
esa gloria de la medicina y de la literatura.
5
La
poetisa Amanda Reverón me entrega su poemario “de otros diluvios”. Lo reviso
rápidamente y constato su buena calidad. Hago una lectura de exploración. . Me gusta la poesía
gnómica, breve, con ilimitado horizonte
de interpretaciones. El poeta hace grandes esfuerzos y concentra un caudal de
ideas en pocas palabras; es un ejercicio difícil donde se pone a prueba la
capacidad para resumir.
Los poemas de Amanda son voluptuosos. Le digo que ese estilo sólo lo
he visto en Safo, y ella se ríe. Veamos:
Naufragio
I
Para
naufragar
sólo
me bastan tus manos.
Naufragio
V
Desnuda
breve
palabra
que te
precede…
Naufragio
VII
Un
espacio
un milímetro
de tu cuerpo
que me salve
que me lleve hasta la orilla.
Nostalgia
IV
Si
pudieras
venir
esta noche
y
treparte por mi cuerpo
cabalgar
más allá de mi soledad
detener
el tiempo
cósmico
para
encontrarte con mis nostalgias
si tu
aguacero amaneciera
junto
a mis letargos en plena madrugada.
Creo (fragmento)
Creo
En lo
sublime del tacto.
6
Regresamos. Hablamos de Santa Inés, cerca de
Barinas. Algunos historiadores afirman que no fue una batalla, sino una trampa.
Pero en todo caso guerra es guerra y lo importante es ganar. Además no se puede
negar que Zamora hizo una planificación del combate muy minuciosa con recursos
de ingeniería y estrategias y tácticas dignas de un militar de genio.
Salvador
recuerda a Anselmo López y su bandola ; el profesor Juan dice que Barinas tiene
grandes reservas de chiguire; Ángel
recita estrofas de Florentino y el Diablo, de Alberto Arvelo Torrealba; y yo
leo Compañero de viaje de Orlado Araujo.
7
Contemplo la belleza del llano
barinés. Pienso en Araujo y su Compañero de Viaje. Los cuentos son acuarelas
locales con resonancia universal. La anécdota está en el centro de la narración
para mostrarnos que la buena literatura no tiene fronteras.
8
Vamos ya por Cojedes. Toro nos muestra una
valla curiosa: CURVA ARRECHA, SE MATA LA GENTE POR IMPRUDENTE.
En el
mundo de las palabras, a veces las más fuertes tienen mejores efectos. Los
versos de Amanda cruzan por mi cabeza.
EN EL
PANTEÓN NACIONAL
(2008)
1
Viajo a Caracas y leo un pensamiento de
Sthephen King:“Sólo los libros de la biblioteca hablan con tal elocuencia muda
de la influencia que las buenas historias ejercen sobre nosotros, de la
permanencia inalterable y silenciosa de las buenas historias frente a la
naturaleza efímera de los pobres mortales”.
Miro por la ventanilla del bus y regreso la mirada al periódico. En una
nota literaria se habla de la vejez:
“La vejez no es una lucha. La vejez es una masacre. Sólo hay una receta
contra el envejecimiento: aceptar las pérdidas y sacar el mayor provecho de lo
que nos queda”. (Philip Roth en la novela Everyman)
2
Estoy
sentado en la plaza del Panteón Nacional. Espero que abran las puertas del
Perro y la Rana. El
presidente, profesor Miguel Márquez, me invitó para revisar mi Manual de
Historia de la Medicina. Pero
los vigilantes me dicen que no trabajarán porque les cortaron el servicio de
electricidad. Es decir, en ese recinto de poetas y escritores no hay luz;
y eso me recuerda un poema que leí hace
años. Más o menos dice:
Yo soy
el hombre
amo de
las tinieblas y la luz
pero la
luz a veces me la cortan .
No recuerdo la continuación; pero si le cortan la luz lo dejan en tinieblas.
3
Le dejo
el libro a Márquez con los porteros y me dirijo al Panteón Nacional para
echarle una mirada a la lista de médicos participantes en la guerra de
independencia que acompaña a Vargas en su tumba.
4
Juan Domingo del Sacramento de Infante
construyó, en más de 36 años, lo que hoy conocemos como el Panteón Nacional.
Era pardo y por eso le negaron la entrada en la Orden de los Hermanos
Trinitarios. No se permitió hacer actividad religiosa, ni pedir limosna, ni
vestir el hábito. Se sublimó e hizo su gran obra espiritual: la iglesia de la Santísima Trinidad ,
la cual inició en 1744 y fue consagrada
como tal en 1783.JDS murió en 1870 y fue enterrado en el altar mayor de la
iglesia.
Bolívar
a los tres meses de haber nacido fue presentado en la esa iglesia y ocho años
más tarde tomó su Primera Comunión.
El
terremoto de 1812 destruyó casi toda la estructura del templo. Bolívar visitó
sus ruinas en 1827.En 1875 la iglesia de
la Santísima
Trinidad de Caracas fue transformada en Panteón Nacional por
decreto de Antonio Guzmán Blanco, y en 1876 los restos de Bolívar fueron
colocados allí. Los lienzos del techo los hizo Tito Salas y reflejan parte de
la historia del país.
5
Medito ante la tumba del Libertador. Voy a la de
José María Vargas. Desde el
inicio de la lucha por la Independencia
(1811) hasta su logro con la Batalla de Carabobo(1821) participaron del
bando patriota ciento diez médicos (se cuentan los criollos y los extranjeros).
Busqué las lápidas de Francisco Lazo
Martí (único guariqueño), Luis Razetti , Rafael Rangel y Francisco Antonio
Rúsquez.
5
Me llamó
la atención un hecho insólito: en la hoja que muestran a los visitantes dice
sobre el cenotafio de Andrés Bello que se trata del “gran humorista de América”.
Hablo con cronista o encargado de las visitas del Panteón y le sugiero que es un gran error
porque en realidad debe decir “gran humanista”.
¡Andrés
Bello humorista!. No recuerdo donde leí que Don Simón Rodríguez aseguraba que
Andrés Bello nunca se reía, y si lo hacía era sólo para celebrar una de sus
anécdotas (las de Rodríguez, por supuesto, quien si tenía chispa de humorista,
aunque cáustico).
6
Salgo y continuó con mis lecturas. Me encuentro con dos frases que
parecen tener relación:
“Ser neutral es una
irresponsabilidad y una cobardía. En el complejo momento que vivimos, debemos
involucrarnos como ciudadanos”(César Miguel Rondón)
“El poeta y el escritor no pueden negarse al
compromiso (político) , pero tampoco deben andar detrás de él”
(Jorge Edgard)
EN LA CASA BELLO
(2008)
1
En Caracas me encuentro a Sael
Ibáñez, Director de la Revista Cultural, quien
me invita a la Casa Bello.
Hablamos de su obra, tanto en prosa como en verso. Le digo que tiene una
obsesión por la lluvia. Es cierto, dice. Alguien habla de “Por quién doblan las
campanas” y recuerda que Hemigway se inspiró en un poema.
2
Hablamos
de los libros que hemos leído últimamente. Me refiero a Bartleby el escribiente
de Herman Melvilla Es un relato triste. Tal vez se trate del estado de ánimo
que embarga a un desempleado. Bartleby se niega a trabajar de copista , que es
su nuevo trabajo. Es botado pero se
queda en el sitio de labor. El dueño de la oficina se muda, pero B se niega a
abandonarla. Interviene la policía. B no come y muere. Luego se explica que
había sido despedido de la Oficina de Cartas Muertas (cartas que nunca llegaron
a su destino y son destruidas). Una frase me llama la atención:
-Las horas más frías y más sabias son las de la
mañana.
3
Volvemos al tema de la obra de Sael y recitamos
su poema “La noche” , porque me parece
filosófico:
La
noche proclama
su nombradía
en el silencio
de la progenie
Se toca, se puede tocar
la doblez del universo
minucioso equilibrio
de luz y sombra.
Espacio-tiempo
de sentimientos que piensan
equívoca templanza
puerta que permite entrar
“a la ciudad de las ideas”.
Se puede estar detenido en medio
del infinito en la noche frugal
si la interrupción del mundo
siempre atento
no vuelve deleznable lo que
es justa ley
aspira rozar el ámbito de
la Divinidad.
La atención toma asiento
en el lugar donde confluyen
los recorridos
para deslindar, para verificar
ganancias y parabienes.
4
Una vez le preguntaron al pintor Vigas si
creía en Dios. Inmediatamente contestó:
-De día no, de noche sí creo.
Y es que la noche es portadora de la
paradoja que consiste en que aun durmiendo acompañados estamos solos. Entonces
en ese reino de sueños e ilimitada imaginación
la conciencia hace sus balances.
5
Como estamos en la Casa Bello
hablamos también de nuestro héroe civil más prominente. Recuerdo que leí el
libro de Rafael Caldera sobre don Andrés Bello, considerada una de las mejores
biografías del mismo. No olvido ese libro por la forma sencilla pero a la vez
profunda y reflexiva de la escritura del joven Caldera (apenas tenía 19 años
cuando la escribió). Caldera habla del Bello humanista, filósofo, filólogo,
pedagogo e historiador.
6
Me despido de Sael Ibañez y
compró el periódico. Leo el primer párrafo que se cruza con mi vista:
-La monogamia no existe en la naturaleza. Hasta los cisnes son infieles.
Las parejas de animales tienen hijos de otros hasta en un 70 %.. Eso fue
comprobado con investigaciones de ADN. Hay un gusano platelminto, el diplozoom
paradoxum, que vive en las branquias de los peces de agua dulce que es muy
fiel. La hembra y el macho fusionan sus cuerpos hasta la muerte. El profesor de
sicología de la
Universidad de Washington en Seattle, David Barash afirma:
“Los infantes tiene su infancia y los adultos, el adulterio”.
EN
CUMANÁ
(2008)
1
Partimos hacia Cumaná a las cinco de la mañana
para asistir a los XXIX Juegos Deportivos Médicos. Viajo con el doctor Alexis
Castrillo. A las siete estamos en Altagracia de Orituco y desayunamos. Nos
detenemos en Mochima para almorzar. El
lugar es bello, junto al mar, y adornado con una enorme, y aparentemente, muy
vieja ancla.
Ya en
Cumaná nos hospedamos en el hotel Nueva Toledo. No pudimos asistir al desfile
inaugural por lo tarde que llegamos a la ciudad.
2
No son las seis y todo está muy claro. Camino hasta el Colegio de
Médicos. Desde el hotel hasta allá no son más de veinte minutos. Sopla la
brisa, fresca y olorosa a mar.
Nos
corresponde jugar ajedrez con Nueva Esparta. Mi contendor es el Dr. Carlos Anes
de Margarita. Dice que su apellido sólo se encuentra en la isla. Él empieza
ganando, pero me recupero y tomo la delantera. Terminamos haciendo tablas. Creo que pude haber ganado, pero el ajedrez
es como la vida misma: una cacería de oportunidades que muchas veces pasan
delante de nosotros sin que las notemos. Aprendí una lección: en el ajedrez es
mejor ir lento, porque la batalla es de paciencia. Mi error fue intentar ganar
por la vía rápida.
3
A
propósito del ajedrez leo que murió Fischer en Reykiavik, perseguido por el
gobierno norteamericano. Murió atormentado y leyendo en una librería que le
recordaba a su preferida en la infancia en Nueva York. Los libros fueron su
paño de lágrimas.
4
Voy al
centro de la ciudad. Los museos no trabajan. Visito el castillo de San Antonio
de la Eminencia. Diego ,
un sociólogo desempleado, me informa que él forma parte de una asociación de
amigos del castillo. Su trabajo es voluntario. El castillo fue construido en el
siglo XVII para enfrentar los ataques de los piratas. Tiene forma de estrella
de cuatro puntas que indican los puntos cardinales. Desde el
castillo se observa la isla de Margarita, en la lejanía. El guía dice
que el castillo estuvo más cerca del mar, pero que éste se ha ido retirando. “Mi
abuelo fue testigo del último retiro de las aguas en 1929” , afirma con orgullo. El
guía me muestra los bloques con los cuales construyeron el castillo. Habla de
calicantos, corales, etc. Llegamos hasta los cañones oxidados y que fueron
capturados a los piratas. Veo una prensa para hacer tabacos o puros. Era labor
realizada por los soldados para aliviar su situación económica. Más allá los
grillos o cadenas con bolas pesadas; la “prisión del olvido”. Allí el preso era
lanzado a una muerte segura: la tal prisión, sin ventanas, era tan baja, que un
hombre debe estar siempre agachado.
Veo el
cuartucho donde estuvo detenido José Antonio Páez por razones políticas en
1849. Páez se encontraba en el exilio y regresó para tratar de derrocar a José
Tadeo Monagas. Los amigos le habían prometido dinero, hombres y armas para la
restauración. Lo dejaron solo y se rindió. Lo llevaron a Valencia sobre un
caballo castaño. Cubría su cabeza con un sombrero de hule amarillo, y su cuerpo
con una cobija azul. El gobernador de Valencia lo encerró en un calabozo con
pesados grillos. Lo trasladaron a Caracas. Ezequiel Zamora dirigió el traslado.
Ramón Hernández dice que “en el trayecto congregaron gente para que gritara
¡Muera Páez!, que el general de los hombres libres mandaba a sus reclutas a
repetir”.
Le hicieron peticiones a Monagas para que
liberara al Centauro, pero lo envió al castillo de San Antonio de la Eminencia.
Los amigos lo visitaban y las mujeres querían verlo por la ventana del
calabozo.
Páez se enfermó de los pulmones. El calabozo no
permitía la entrada de aire. La gente protestó y lo enviaron al hospital
militar. Monagas lo expulsó del país en 1850, y Páez se embarcó hacia Saint Thomas. Al salir del
castillo de San Antonio de la Eminencia una multitud lo aplaudió por largo rato.
Pienso en estos hechos mientras contemplo la celda lúgubre y fría con unos
grillos sobre unos bloques.
5
Parto a
la iglesia de Santa Inés. Al lado están las ruinas del castillo de Santa María
de la Cabeza ,
construido entre 1669 y 1673. Camino por la calle Sucre. La casa natal de Andrés Eloy Blanco está
cerrada. Al lado está la residencia del gobernador, y al frente las ruinas de
la gobernación construida en 1930 e incendiada en 1998.
En la tarde voy a la playa San Luis, muy cerca
del hotel. Llego a las tres y tanto. Pido pescado y me traen corocoro. Leo la
biografía de Andrés Eloy Blanco. Oscurece mientras leo y no tengo tiempo de
echarme un baño.
6
Camino
con el Dr. Navis Márquez por la avenida Universidad de Oriente. Juego ajedrez
con el representante de Aragua. Hacemos
tablas. Voy a la casa de José Ramos Sucre. El
solariego lar de José Antonio Ramos Sucre, considerado el
iniciador de la modernidad literaria venezolana, es una casona amplia. Allí se
siente la presencia del bardo trágico de
giros deslumbrantes, hermosos y misteriosos. Allí están sus enseres, sus
libros, fuentes de historias, mitos y leyendas que poblaron su maravilloso
mundo poético. Visito la casa
natal de Andrés Eloy Blanco con el escritorio hecho por el propio vate, el consultorio médico de
su padre y los viejos tomos en la biblioteca (“ ¡Mi casona oriental! Aquella
casa/con claustros coloniales, portón y enredaderas/ “), todo celosamente
cuidado por el amable guía; y el patio
donde crece, un descendiente en
quinta generación del “gran parral que daba todo el año uvas más dulces que la
miel de abejas”. Y entonces recordé a mi
maestra de primaria, Dalila de Arbeláez , cuando me enseñó a recitar los versos
de La Hija de
Jairo: “y Ella se alzó, delgada de martirio,/ y una voz le subió por la
garganta/ como una abeja que abandona un lirio”.
7
En la
mañana hago una caminata hasta la playa. Juego ajedrez y gano. Recorro la
ciudad. Al lado del teatro Luis Mariano Rivera una placa nos dice que allí una
vez vivió Don Andrés Bello; otra nos
informa que en 1820 se realizó la
primera cesárea en América ; otra más nos muestra la impronta de Humboldt ; y
una plaza con el busto de Vargas es la señal de la estancia del sabio médico
.Pero el verdadero banquete literario lo representa la visita a la última
morada de Cruz Salmerón Acosta en Manicuare, a donde nos dirigimos en una
pequeña embarcación o Tapaito ,para contemplar el mismo mar que le inspiro su
inmortal soneto Azul y oír al guía , José Pereda, habla del bardo y sus
sufrimientos
.Tantos amargos momentos hacen que se encierre en esa humilde casa. Una casita
de apenas dos cuartos: un dormitorio y un baño con tina para tratarse la lepra
con sales y yerbas. C. S no quiere que
su novia comparta su destino, no permite que lo visite y sólo la contacta a
través de cartas. Alcanza un estado de sublimación freudiana y se dedica
intensamente a la producción poética. La renuncia al amor de la novia
constituye un inmenso dolor y la describe: “como una adolescente rubia, de
candor angélico y voz con dulce suavidad de arrullo y alegría de gorjeo, y con
unos incomparables ojos azules y tristes como el azul doliente de un país en
exilio”. El azul del cielo, el azul de mar, el azul de los ojos de la
novia crean la atmósfera que impregna el
mencionado poema.
Regreso. De Manicuare hasta Araya hay sólo 15 minutos en auto. El
camino, de rocas , cujies y cactus es agradable por el aire seco del mar.
Contemplo la laguna de donde se extrae la sal. Visito las ruinas del castillo
de Santiago del Arroyo de Araya. Fue construido por los españoles en el siglo
XV para que los piratas no se robaran la sal. Me siento en el restaurant Araya
Mar para almorzar y contemplar las olas.
8
Llego hasta donde se supone estuvo la casa donde nació el general Sucre.
Pero no hay ningún monumento porque el sitio no ha sido precisado. El Museo de
Gran Mariscal de Ayacucho es amplio. Allí está su partida de nacimiento y
algunas pertenencias de su esposa. Ceno en la playa mientras leo la biografía
de Andrés Eloy Blanco.
9
Me despierto a las tres de la madrugada. Continúo la lectura de la
biografía de AEB. Por la ventana penetra la
brisa marina y el ruido de las olas. A las seis camino hasta la playa.
Unos pescadores laboran desde una pequeña embarcación. Lanzan la red y recogen
muchos peces. En la playa hay perros perros que no dejan de ladrar nunca.
Me dirijo al Museo del Mar. Se nos atraviesa
un entierro. El silencio es sepulcral, en correspondencia con el momento. El
taxista dice: “Es de gente decente”. Luego nos encontramos con otro cortejo
fúnebre. La gente acompaña al difunto con música y aguardiente. El taxista
habla nuevamente: “Es de malandros”.
En el museo hay varias colecciones de fósiles y esqueletos de ballenas y
otros animales marinos. La atracción principal es el celacanto, un pez fósil que vivió hace 400
millones de años.
EN
VALENCIA
(2008)
1
Leo el ensayo de Beltrand Rusesell Elogio de la
ociosidad. Está Lleno de expresiones irónicas. Dice que los ociosos
desarrollaron las ciencias y las artes. La clase dominante ociosa de otras
épocas es ahora la elite de las universidades. Reconoce la necesidad del ocio
para poder pensar tranquilamente. Afirma
que más hace el que gasta que quien ahorra, porque el primero genera trabajo,
mientras que el segundo no mueve la economía si retiene su dinero. Propone 4
horas de trabajo. Este ensayo me lleva a buscar otro: El derecho a la pereza de
Paul Lafarge, el suegro de Marx.
2
Me entrevisto en Valencia con el Dr. José Ramón
López Gómez, quien preside la comisión del doctorado en Ciencias Médicas de la Universidad de
Carabobo. Le entrego el borrador de la biografía del Dr. Julio de Armas para
que le haga el prólogo. El fue el alumno predilecto de Julio De Armas. La
oficina del Dr. López está ubicada en el
antiguo manicomio de Bárbula, y el territorio, en general, posee todos esas características magnéticas y
espirituales de los psiquiátricos . Me obsequia su poemario Nocturnal. Leo en
voz alta uno de sus poemas que me llama mucho la atención:
La canción de la Noche :
Los
árboles se han acostado
muy
temprano
y las
estrellas asoman sus
puntos
de luz
para
que los grillos comiencen
pronto
su música
los
cocuyos de luz ensayan
sus
danzas
y la
brisa juguetona peina
las
oscuras espigas
de las
sombras
los
duendes imperceptibles de
la
nada
penetran
el aire cargado de
aromas
y
cantan, cantan, cantan
3
El Dr.
López me invita al Vía Veneto, donde almorzamos. Hablamos de poesía, filosofía
e historia de la medicina.
CONTEMPLANDO
LAS ESTRELLAS
(2008)
(DOMINGO
6 DE JULIO)
En
la noche Natalia, Natalí y yo observamos la luna desde el techo: hay una
conjunción a las ocho. A la derecha de la luna están en una misma línea
vertical Saturno ,Marte y Régulo, la estrella más brillante de la constelación
de Leo.
EN
ORTIZ
(2008)
Fuimos a Ortiz, Natalia, Valentina , Nicolás y yo.
Estuvimos en la casa de Fernando Rodríguez. Participé en el IV Encuentro de
Cronistas con dos ponencias: sobre los aspectos geológicos en Las Mercedes y
sobre el centenario del Dr. Julio de Armas.
EN LOS MORROS
(2008)
Subimos el morro:
María, Natalí, Valentina, Natalia, Javier y yo con Jeroh y Tibisay. Caminamos 6
horas de ida y vuelta. Llegamos hasta la cueva del morro (donde está la
antena). Recogimos piedras con huellas fósiles de estrellas de mar y algunas
plantas. De regreso llovió un poco. Vimos una boa en su hábitat natural.
Descansamos y nos divertimos, esto último sobre todo los niños.
EN SAN JOSÉ DE UNARE
(2008)
Estamos en San José de Unare para un operativo médico. Yo
paso la consulta de medicina interna. Llegamos ayer y nos hospedamos en una
finca cercana. Nos recibieron con carne asada y cervezas. El amanecer de hoy es
hermoso y frío, con niebla y cantos de
gallos.
EN EL PALACIO DE LAS ACADEMIAS
(2008)
Intervengo en el Palacio de las Academias (Caracas) con
la conferencia “Centenario del nacimiento del Dr. Julio De Armas”. Se está
celebrando el IX Congreso Nacional de Historia de la Medicina. Están
presentes Pino Iturrieta, Director de la Academia de la Historia ; José Francisco,
Presidente de la Sociedad Venezolana
de Historia de la Medicina ;
Antonio Clemente, Presidente de la Academia
Nacional de Medicina; y los hijos de Julio De Armas, Hernán y
Henry, entre otras personalidades.
Unos meses atrás
concursé para el premio José María Vargas que
otorga la Academia
de Medicina con la biografía de Julio De Armas. Llegué de segundo. La
participación es con seudónimo y se abre el sobre del ganador solamente, de
manera que nunca se sabe quiénes son los otros participantes. Esto lo cuento
porque después que hablé de mi conferencia se me acerca el Dr. Antonio
Clemente, presidente de la
Academia de Medicina y me dice: “Entiendo que usted es quien
escribió la biografía de Julio De Armas para el concurso. Yo estoy designado
por la Academia
para hablar sobre él, y estoy utilizando su libro”.
Natalia, Natalí y
yo nos quedamos en el hotel Gabial. El
Dr. Francisco Plaza Rivas, hijo del Dr. Francisco Plaza Izquierdo, epónimo del
congreso que nos reúne nos invita a la tasca La Cita en la Candelaria. Pide
una serie de platos exóticos y los va explicando. Bebemos whisky, vino blanco y
cuantroau. Francisco es un amante de la
buena comida y del buen trago.
EN VALENCIA
(2008)
Bautizamos mi
libro Julio de Armas, Rector de la dignidad en Valencia. Lo bautizaron la
rectora saliente, María Luisa Maldonado;
la entrante Jessy Divo de Romero y el Dr. José Ramón López Gómez. El evento se
hizo en la Galería Braulio Briceño. Nos quedamos en el hotel Ucaima. En la
noche brindamos con vino en la piscina del hotel, Natalia, Natalí y yo.
EN SAN CRISTOBAL
(2009)
1
Estamos alojados
en el hotel Neo-hotel. Parece redundante la cosa, pero así es. La ubicación es
en la avenida Ferrero Tamayo, apellido de un prominente ciudadano tachirense.
Hoy nos reunimos en las instalaciones de la Universidad del Táchira para
ultimar detalles en congresillos por especialidades de los XIV Juegos
Deportivos de Profesores Universitarios. En la noche son inaugurados los juegos
formalmente en el Gimnasio de Futbol Sala
Campeones del 97. Los padrinos son el gobernador del Estado, César Pérez
Vivas, y el alcalde de Maracaibo, Manuel Rosales. Por mi parte, esta es la cuarta
vez que visito esta ciudad; y la tercera que participo en estos juegos. Antes
había jugado en Mérida y Maracaibo.
2
Son las 7 de la
mañana. Camino 40 minutos por la
avenida hacia la plaza Los Arbolitos. Allí hay un busto, o simplemente una gran
cabeza, que en un principio pienso es en homenaje a Rómulo Gallegos, pero luego
caigo en la cuenta que es de Ferrero Tamayo. El parecido de ambos personajes es
enorme. Compro el periódico regional La Nación. Sobre nuestros juegos el diario dice: “Color, tradición y deporte
fueron las expresiones que se pusieron de manifiesto en la regia ceremonia
inaugural de los XIV Juegos Nacionales de Asociación de Profesores
Universitarios de Venezuela, JUNAPUV, la cual se llevó a cabo en las
instalaciones del Gimnasio Campeones Mundiales del 97…”
3
A las 10 de la
mañana comenzamos a jugar en el Club Latino, cerca de nuestro hotel. Carlos
Valdivieso, Emigdio Vargas y yo ganamos nuestras partidas contra los
representantes de la Universidad Nacional Abierta.
Carlos, Charles y
yo vamos al mercado de San Cristóbal. Almuerzo con pizca andina. Nos ofrecen
miche para degustar. Nos echamos unos tragos. Probamos una frutilla colombiana
llamada uchuva. En la tarde jugamos con la Universidad Antonio José de Sucre.
Valdivieso recibe una invitación de su amigo, el gobernador para visitarlo en
su residencia oficial. Vamos en la noche. César Pérez Vivas está reunido con
sus familiares y amigos. Hablamos de la situación del país, dice que la pelea
es dura. No teme que lo saquen los oficialista porque no le tiene apego al
cargo. Se define como un político a tiempo completo. Conversamos también sobre
los modelos fracasados del socialismo y vaticina una gran debacle económica
para el país. Nos obsequia con pernil de cochino y ensalada. Bebemos vino
tinto.
4
Termino de leer la biografía de Vicente Salias de Juan
Carlos Reyes.
5
Caminé alrededor
de una hora. Gané en la mañana y perdí en la tarde con un viejo maestro del
Zulia. Vamos al museo del Táchira, pero está cerrado. Visitamos el Sambil.
6
Como todos los
días, camino. Al encuentro, a la misma hora viene una señora con su dálmata. La
rutina es comprar el periódico regional, hacer un poco de ejercicios y
desayunar con pastelitos de pollo y jugo de mora. Gano en la mañana y hago
tablas en la tarde.
7
Un taxi nos lleva
a Capacho. En primer lugar propongo ir a al Museo de Cipriano Castro. En
realidad en un centro cultural con una sala dedicada a la memoria del político.
El cuidador nos dice algunas cosas han sido robadas. Hay documentos, recortes
de periódicos, fotos, unos sables y objetos personales de Castro. También está
su busto. Caminamos por la calle central, hacia el mercado. Dos grandes leones
de bronce lo cuidan .La plaza con un Bolívar
de pie, es hermosa. Tiene unas casitas para las palomas. Más allá esta
otra plaza: la de los fundadores. Es un conjunto escultórico con las figuras de
los hombres que hicieron posible la fundación y desarrollo del pueblo. En la
noche estamos en la Casa del Profesor. Nos hacen una demostración de la
obtención del miche en un alambique artesanal. Nos echamos unos tragos.
Converso con Charles, compañero de fórmula ajedrecística. Es
venezolano-norteamericano. Es descendiente de Teresa de La Parra y de Antonio
Arraiz.
8
Gané en pocas
jugadas. Estoy empatado en el tercer lugar, por la medalla de bronce. El
reglamento me relega hasta el cuarto lugar. En un autobús subimos hasta el
Chorro El Indio, un parque natural con una gran
caída de agua. Unos tucanes cruzan por la espesura de los árboles.
Probamos miche de la montaña .En Peribeca, un pueblo en cierto modo parecido a
San Pedro del Río, vamos a la iglesia. Deambulamos por sus calles solitarias.
Las viviendas están pintadas con colores llamativos y son muy limpias. Un
señor, don Pedro, propone que probemos los miches de su venta. Subimos al
segundo piso de su casa, un verdadero museo de pequeñas y simpáticas cosas.
Hacemos una degustación de miche con rosas, mora, fresa, guayaba, guanábana,
limón, ponche crema y otras frutas.
Alguien le pide miche de una botella ubicada en un estante lejano. Pedro va en
su búsqueda. Inmediatamente nos servimos miche de la mesa. Sin voltear, con la
viveza de los gochos y entre risas, espeta: ¡Me están robando¡. En la noche
concluyo la lectura de “El último fantasma” de Eduardo Liendo.
9
Hace bastante
frío. Caminamos como siempre y luego vamos al Museo del Táchira. Está ubicado
en una antigua hacienda llamada Paramillo, cuyos orígenes se remontan a 1593.
La casona del museo, que funciona como tal desde la década de los ochenta del
siglo XX, empezó a construirse en 1750. Allí estuvo un convento de los padres
Agustinos. Se llega al museo por un camino de piedras. Tiene un patio con
ladrillos originales, un jardín, un
trapiche y un molino de café. Tiene
varias salas como la Ciencias Naturales , Arqueología, Historia y Tradiciones.
Me llama la atención un estuche para hacer tomas de sangre, usado a principios
del siglo XX. El Museo coordina otros más del Estado, pertenecientes a una red
que abarca todos los municipios del Táchira. De todos los museos regionales que
he visitado, este me parece el más bellamente
organizado.
EN MARACAIBO
(2009)
1
A las 11 de la noche salimos ayer del Colegio de Médicos
de San Juan de los Morros. A las 8 de la mañana cruzamos el puente sobre el lago, y a las 8 y
media estábamos en Maracaibo. Nos quedamos en el hotel Millenium, en la avenida
Guajira. En la tasca hay dos imágenes de Arquímedes con unas leyendas sobre sus
inventos. Camino hasta el Sambil de la ciudad, donde compro un libro de Shopenhauer
. En la tarde son inaugurados los XXX Intercolegios de Médicos en el complejo
deportivo Luis Aparicio. En la noche converso largamente con mi compañero de
cuarto, el Dr. Luis García sobre filosofía y medicina.
2
Camino desde las 6
de la mañana hasta el parque Udón Pérez .Juego la primera partida de ajedrez.
Creo haberla perdido y me rindo, pero luego caigo en la cuenta de que gané. Me
paso algo similar a lo del médico rural de Kafka. Una experiencia más. Gabriela
Mistral decía que la experiencia es algo igual a comprar un boleto de lotería
luego de haberse realizado el sorteo.
3
Entro en la Basílica de la Chiquinquirá construida en
1796. Admiro el retablo de la patrona de Maracaibo que data de 1562. Los
patriotas en 1815 tomaron las joyas de la virgen para costear la guerra.
Bolívar agradecido visitó a la santa para orar en tres ocasiones: en 1821, 1827
y en 1828. Camino por el paseo de La Chinita con sus fuentes y jardines
hermosos.
4
Camino 50 minutos. Por la avenida hay un gran movimiento
de carros y gente. Converso largamente con el Dr. Cecilio Requena sobre su
padre, del mismo nombre. Tomo nota para una semblanza. Gano una partida de
ajedrez y me voy a la Casa Natal Museo del General Rafael Urdaneta. Me llama la
atención el cálculo extraído de su vesícula urinaria, causa de su muerte. Fue
operado en Paris en1845. Es más grande
que un huevo de pato y su constitución es de calcio: mide 6,5 cm, pesa 134
gramos. Su composición es la siguiente :oxanato de calcio, 48, 7 %; oxanato de
amonio 29, 09 %; y fosfato de calcio, 22,1 %. La autenticidad fue comprobada
por la Dra. Alba Gaskin de Urdaneta, de la Facultad de Medicina de la
Universidad del Zulia. Me impresiona el hecho de que el general dejo por todo
testamento unas frases: “Dejo una viuda con once hijos en extrema pobreza.”
Además recomendó a sus hijos devolver los viáticos que no usó por no haber
cumplido completamente la misión que tenía en Europa para con la nación.
Nuestros héroes eran gente superior por su nobleza. Salgo del museo y avizoro
unos viejos cañones. Lejos un letrero con unas palabras de Bolívar: “El general
Urdaneta es el más sereno y constante oficial del ejército”
5
Camino por el
centro de la ciudad y llego hasta la Casa de la Capitulación, al frente de la
Plaza Bolívar. Es la única casa colonial en la ciudad, construida en 1750. Allí
vivió el último Capitán General de Venezuela, Francisco Tomás Morales. El 3 de
agosto de 1823 se firmó en esa casa la capitulación, luego de la Batalla Naval
de Maracaibo el 24 de julio de 1823. Ahora la casa es museo de Arte Colonial,
Academia de la Historia del Estado Zulia, sede de la Asociación de Escritores
del Estado Zulia y Casa de la Poesía. Sigo hasta la gobernación y descanso
frente a un Bolívar a caballo. Continúo por la Plaza Baralt, paso por el
convento de Francisco de Asís , y finalmente llego hasta el Centro de Arte de Maracaibo Lía
Bermúdez. Una de las muchachas del Centro me dice en voz baja: “La señora Lía
está aquí. Vea, en el cafetín”. Me acerco y la saludo. Ella dice, “usted seguro
pensaba que ya estoy muerta. Sí, este tipo de
instituciones, por lo general, llevan el nombre de alguien muerto. Pero,
como usted ve, estoy viva, trabajando, y es difícil, porque es un gran
compromiso”. Antes de presentarme, pude oír la conversación que sostenía la
señora Lía con sus acompañantes en la mesa. Hablaban de las profanaciones de
las tumbas en los cementerios. Ese tema macabro era noticia en los periódicos:
a los cadáveres se les extraía el cráneo, seguramente para vendérselos a los
estudiantes de medicina. Lía afirmó categóricamente: “Por eso creo que lo mejor
es la incineración del cadáver”. Al despedirme, la escultora me recomendó
varias exposiciones en las salas del centro.
6
Voy primero a la
muestra de Gunter Castillo. Son dibujos que representan la psiques humana: en
tinta y con fugas o evanescencias…Sigo hasta otra muestra llamada Tejedores del
agua. Pertenece a Teresa Casanova y se inspira en el arte warao con redes sobre
telas. El material es el moriche y nada más, y eso es tractado como la poesía
de la escasez. Los nombres de las obras son muy elocuentes; por ejemplo una se
llama “todo el día, toda la noche viajo por el agua, lejos de los demás”. Voy hasta las fotos de Pedro Terán: Las casas
de oro. Son viviendas tipo colonial de la barriada de Santa Lucia de Maracaibo.
En otra sala hay una exposición de Milton Becerra. Piedras suspendidas con
amarres evocan al cinetismo. En la presentación de Adolfo Wilson se dice que “es
poesía visual conmovedora”. Salgo del centro y noto que ha llovido. Frente está
el lago, en calma.
7
Soñé que estaba en Moscú. Estaba en una cola del comedor
de la universidad y esperaba con ansiedad para tomar una crema de leche con
unos panecillos dulces, los sosnik. Esos eran mis postres preferidos. Pero el
hecho real es que me acosté con hambre…
Caminé hasta el colegio de médicos. Nubarrones negros
presagian lluvia. En efecto Llueve. Es una lluvia menuda, tenue. En la tarde
paseo en el tranvía. El guía se jacta y dice que los zulianos son los primeros
en tener la primera escalera eléctrica, el primer ascensor, el primer cine… y
así por el estilo. El primer tranvía apareció en Maracaibo en 1880 y era tirado
por mulas. Luego vino uno de vapor, y más tarde, el eléctrico. El tranvía se
mueve. Pasamos cerca del Hotel Dali (Granada), donde en su tiempo se hospedaron
Carlos Gardel, Rocky Marciano, Joe Luis, Pedro Infante, Antonio Aguilar… El
Panteón Regional, que guarda los restos de zulianos destacados: Odón Pèrez,
Ricardo Aguirre…Le pregunto al guía por otros zulianos, y me contesta que
Fernández Morán está en el Cementerio Cuadrado, Felipe Pirela en el Corazón de
Jesús. Vemos las ruinas del castillo del conde de Roca Negra; los silos de la
cerveza Zulia; el hospital central, donde fueron atendidos los soldados heridos
en la Batalla del Lago; el barrio Santa Lucia; y finalmente llegamos la Paseo
del Lago, con sus veredas y jardines frente a una majestuosa masa de agua.
8
Mientras camino,
sale un sol grande, rojo, radiante. Visito Santa Rosa del Agua. Allí hay
palafitos que funcionan como expendio de cervezas. El paisaje recuerda lo que
tal vez divisó Américo Vespucio en su hora, quien tiene un busto en una
plazoleta. Me voy al Museo de Arte Contemporáneo del Estado Zulia: MACZUL,
fundado durante la gestión presidencial de Rafael Caldera en 1998. En una sala
hay una exposición de cultura árabe. En el piso están escritas muchas
palabras españolas de ese origen:
alpargata, ojalá, alcohol, jengibre, almohada, almacen, álgebra, algodón,
aduana, garrafa, azogue, azucena, guadalajara, taza, alambique, café, azúcar,
etc. También hay otra exposición sobre el desarrollo urbanístico de Maracaibo.
Unas palabras de Carlos Raúl Villanueva la presentan: “El hombre necesita de la
ciudad para poder pensar, reunirse, trabajar o distraerse…proponer un esquema
de ciudad equivale, por lo tanto, proponer un esquema de sociedad”.
9
Hoy vistamos la esquina de Luis, en el barrio de Santa
Lucía, inmortalizada en una gaita. El bar, un cuchitril con trastos viejos y
fotografías, fue centro para la composición de muchas gaitas. El mismo Luis lo
sigue atendiendo. Es amable, firma autógrafos, se toma fotos con los visitantes
y obsequia copias con la gaita que lo hizo famoso. Rematamos para comer pizzas
en la Esquina de Palermo. Tiene dos pisos, parece un museo y la pizza la hacen
con leña.
EN BARINAS
(2010)
1
Con
el Dr. Alexis Castrillo viajamos a Barinas para participar en los XXXI Juegos
Intercolegios Médicos Nacionales En la noche vamos a la inauguración oficial
con discursos de bienvenida y un grupo
de baile que danza maravillosamente bajo una ráfaga hermosa de fuegos
artificiales.
2
Hago paseos matutinos por los caminos de la Universidad
Experimental Ezequiel Zamora. Recorro espacios amplios bajo un cielo claro. Hay
un bosque con árboles grandes y pájaros en sus enramadas. Llego hasta la
escultura dedicada a la diosa indígena de la agricultura.
Para conocer el alma de una ciudad hay que
visitar su casco histórico. Me voy al centro. Alrededor de la plaza Bolívar hay
unas casas antiguas. Entro a la catedral. Es de los tiempos coloniales.
Converso con el cura. Es joven y se llama Andrés Eloy. Dice que es de Barinitas. Me habla de catedral y de otros
sitios de valor turístico.
3
Entro
a la Casa de la Cultura. Se llama Napoleón Sebastián Arteaga. Tiene campanario (la campana rota
recuerda una de las refriegas de Zamora en 1859), un patio grande y varias
salas. Fue una cárcel desde la colonia hasta 1966. Agustín Codazzi la remodeló
en 1846. Antonio Nicolás Briceño (El Diablo) estuvo preso allí antes de ser fusilado. Páez fue detenido en
1813 y encerrado con grillos. Logró escapar y regresó para liberar a los otros
presos. En su intento liberador le cayó
machetazos a los gendarmes. Uno de esos golpes quedó para siempre en la puerta
de entrada, y hoy es una de las piezas museísticas de la institución cultural.
Páez en sus Memorias narra el hecho así: “Dirígime entonces a la puerta de la
cárcel , eché pie a tierra, y sin decir una palabra a la guardia…comencé a
repartir sendos sablazos con tal furia, que todavía se conserva la señal de uno
de tantos en una hoja de la puerta…”
4
Me dirijo al Museo de Barinas Alberto Arvelo
Torrealba. Está ubicado es una casona que perteneció a los Pulidos, una familia
rica y culta de la región.. Tiene varias salas. Hay fotos, manuscritos y
algunas pertenencias, como un tintero, del poeta Arvelo Torrealba. En otra sala
se exponen espadas, artesanía indígena y un fósil: el Barinasuchus Aerveloi. Es
una enorme cabeza pétrea con dientes grandes.
Es del jurásico. Se parece a un caimán.
5
En el Colegio de Médicos voy a la
biblioteca José León Tapia y conozco el
busto dedicado a Manuel Palacio Fajardo, un médico y prócer de independencia
nacido en Barinas. Su hermano, Miguel Palacio Fajardo, también médico y
político, vivió en Calabozo; y pesar de haber nacido en Barinas se consideraba
calaboceño. Lorenzo Rubín Zamora afirma que cuando Monagas asaltó el Congreso
Nacional en 1848 Miguel Palacio Fajardo gritó: “Nosotros los calaboceños
morimos en campo abierto…”. Era un guariqueño de corazón.
EN
MATURÍN
(2011)
1
Estuvimos en Maturín participando en las
deliberaciones de la XXXIX Convención de Cronistas Oficiales de Venezuela,
junto a otros representantes guariqueños: Fernando Rodriguez (Ortiz), Felipe
Hernández (Valle de la Pascua),Italo Jimenez (Camaguán), Soraya González (San
José de Guaribe), Félix Célis (El Sombrero) y Carlos López (Altagracia de
Orituco).
2
Este encuentro constituyó una oportunidad
para ratificar, una vez más, el estudio de la microhistoria como mecanismo
fundamental para preservar la memoria colectiva, bastión sin el cual es
imposible apuntalar la autoestima necesaria para impulsar el desarrollo y
progreso de los pueblos. Entre sesiones solemnes del Consejo Legislativo de
Monagas y el Concejo Municipal de Maturín, los cronistas oficiales del país,
junto a investigadores universitarios y cronistas escolares escuchamos muchas
excelentes ponencias.
3
Me interesó vivamente la disertación del
doctor Asdrúbal González, cronista de Puerto Cabello, sobre la maniobra militar
de “pica y juye” empleado por José Antonio Paéz con el agregado conocido
“vuelvan caras”. Digresión: Páez es para mí una figura incomparable de nuestra
historia patria, basta leer sus memorias para admirarlo siempre. Es más, la
Misión Sucre debería llamarse Misión Páez porque fue el Centauro del llano
quien después de adulto aprendió a leer y escribir; estudió idiomas; hizo
traducciones del inglés y del francés al español; amó la pintura; compuso
poemas y canciones; tocó el piano y el violín; organizó veladas de fandango
animada con su propia voz de barítono; montó obras de teatro (una vez hizo el
papel de Otelo);leyó al revés y al derecho El Quijote, la obra más exquisita y
sublime del castellano; y escribió ese maravilloso libro sobre su vida, devenido
en documento indispensable para estudiar la guerra de nuestra independencia. Es
decir, Páez obtuvo su educación superior por sus propios medios y esfuerzos
cuando ya no era joven. La guerra fue su universidad.
4
Bien,
volvamos al “pique y juye”, táctica militar que nació hace ocho siglos en Asia,
utilizada por los tártaros en sus invasiones, según testimonio de Marco Polo en
Libro de las Maravillas. El punto clave es que la misma fue aplicada por
primera vez en nuestro país por Manuel Piar en 1814 en Maturín, derrotando con
unos pocos jinetes al bando realista. La pregunta de rigor es si Páez en 1819
(Queseras de Medio) conocía de esas experiencias castrenses o actuó bajo la
influencia de un instinto militar superior.
5
En
otro orden de ideas : EL Dr. Heraclio Narváez fue ratificado en la presidencia
de ANCOV. Por Guárico intervino el doctor Felipe Hernández para hablar de la
interesante biografía de Leonardo Infante, pero más interesante aún resultaron
sus aclaratorias, fuera del foro, sobre el héroe , entre sorbos de café en
conversación amena.
6
Impactante resultó la exposición de motivos
realizada por el profesor Fernándo Rodriguez para repatriar los restos de Juan
Germán Roscio y darle sepultura definitiva en el Panteón Nacional. Todos los
cronistas oficiales del país firmamos la petición respectiva. La convención
también abordó los temas gremiales, porque es imposible ocultar que algunos
gerentes municipales tratan de desconocer el trabajo de los cronistas; tal vez
porque creen erradamente que socialismo es sinónimo de atropello. Marx los
agarre confesados.
EN
CORO
(2012)
EN CORO
1
En Coro
durante la sesión solemne se habla de la fundación de la ciudad por Juan de
Ampíes el 26 de julio de 1527; de la
presencia de Ambrosio Alfínger en 1528; la insurrección de José Leonardo Chirino en 1795 y de Josefa
Camejo, la heroína independentista de la región.
2
En el descanso conversamos mucho sobre
crónicas. Botello habla de las memorias de Ramón Páez y del anexo con
referencias a la expedición Iturbe. También menciona al Tuerto Vargas y de las
curaciones de enfermedades dermatológicas que hacía con el fruto del piñón. El
Tuerto, dice Oldman, le regaló unas botas altas de cuero a Rafael Rangel para
sus investigaciones en el llano.
3
Fernando
habla de Boves y su intento de incendiar a Ortiz. No lo hizo porque una anciana
curo sus heridas de combates anteriores y en agradecimiento decidió perdonar al
pueblo. Fernando nos enseña una oración para vencer a los enemigos: “Virgen de
Monte Carmelo, arrópalo con tu manto y barájalo contra suelo”. Es muy efectiva,
afirma.
4
Héctor,
cronista de Siquisiqui, habla extensamente del cocuy, su producción desde la
penca hasta su filtración. Ha estudiado profundamente el proceso de destilación
y lo ha mejorado notablemente. Dice que este licor tiene propiedades
medicinales. Tomo un trago de su cocuy: el olor es el mismo, penetrante y
desagradable, pero su sabor es mucho más suave que otros que he probado. Héctor
continúa hablando: en los bares de mi pueblo, los sobrados de los tragos se
recogen en una copa para brindar a los borrachitos. Ese trago se llama
triquilín…
5
Anselmo Castillo, cronista de Sanare, estudió
para cura, cumplió con todos los requisitos, pero al final no quiso graduarse
“por cuestiones de fe”. Explica las propiedades bondadosas del limón para conservar una buena salud: “El
primer día en ayunas se bebe el sumo de un limón, dos en el segundo y así hasta
llegar a ingerir el sumo de siete limones; luego se empieza a disminuir la
dosis hasta llegar al sumo de un solo limón.”
6
Adrián
Monasterio, cronista de Higuerote, habla de los santos y las creencias con
influencia africana. “Eso de que cuando hay santo nuevo, los viejos no hacen
milagros es muy sencillo: se le pide a la imagen de un santo y si no cumple se
le insulta y se le destroza. Se busca una imagen nueva que por lo general
cumple las peticiones”. Luego habla de San Pascual Bailón, quien según él, es
el patrono de las mujeres con problemas ginecológicos en los pueblos del Estado
Miranda. En la fiesta la mujer, sin prendas íntimas, baila delante del santo.
Se le acerca, se levanta la falda y canta: ce y
u cu, ele y o lo”. San Pascual Bailón al rezar se emocionaba tanto que
empezaba a bailar.
7
Hicimos un recorrido por la ciudad. La Cruz de
San Clemente, testigo de la primera misa en América del Sur; el Balcón de
Bolívar, donde el Libertador pernoctó en 1826; la estatua de Juan de Ampíes,
fundador de la ciudad; el Balcón de Arcaya, casa colonial testigo de muchos
hechos históricos; el Museo de Arte de Coro; la casa natal de Alí Primera ;el
monumento al primer obispo de Venezuela, Rodrigo de Bastidas; y la casa del
doctor Víctor Soto, descubridor de la bilharzia en Venezuela.
8
Luego fuimos
a la Vela de Coro, y como en un juego de niños tratamos en la playa de ubicar el lugar exacto del desembarco de
Miranda.
9
Otro día
viajamos a los Médanos. Es una inmensa porción de arena silbante en
constante movimiento. El viento desgata la roca, la muele y la convierte en
polvillo que se acumula y forma ese espacio desértico para que nuestro paisaje
nacional no carezca de ninguna manifestación geográfica de la naturaleza. Las
dunas y los cactus son parte de ese panorama que a veces nos evoca, de manera lírica, a la tristeza y la soledad.
10
A la derecha
del camino está la capilla de las Ánimas de Guasare. La leyenda dice que allí
fue encontrada una osamenta correspondiente a gente que murió durante una
hambruna. En busca de comida encontraron la muerte. Como en muchos lugares
de Venezuela, el pueblo convirtió los huesos en motivo para la veneración
religiosa.
11
La carretera
es buena. De ambos lados el paisaje lo conforman cujíes y cactos. Chivos y
burros son los únicos representantes de la fauna que observo. Vallas con
figuras de asnos anuncian el posible peligro de chocar con ellos.
EN MARACAY
(2016)
1
La reunión de la directiva
de cronistas de Venezuela se realizó en la sede de la Sociedad Bolivariana,
ubicada en el Museo de Antropología e
Historia de la Ciudad. La edificación data de 1929. La construyó Gómez. La guía
me informa que allí en tiempos de la dictadura gomecista funcionó como cárcel,
y me muestra las rejas en un segundo piso. Se han encontrado en el sótano
esqueletos, supuestamente de presidiarios. En ese sótano había un pasadizo
secreto, usado por el dictador para realizar sus visitas nocturnas a sus
amantes, eso comenta. También allí
estuvo un banco: una caja fuerte oxidada, en un rincón oscuro es la prueba de
lo que me dice. La caja fuerte presenta cortes, hechos con un soplete. Es
decir, alguien que no tenía la clave la abrió y extrajo sus tesoros,
seguramente. Divagaciones oscuras como el rincón donde se encuentra.
2
El museo está abandonado:
muchas de las muestras han desaparecido, por los corredores externos los
buhoneros han instalado sus tarantines y la suciedad y los olores nauseabundos son los reyes de
esos espacios.
Hay unos departamentos
dedicados al pasado indígena de la ciudad, al cual no tenemos acceso. En la
sala dedicada a Bolívar está un mueble
donde supuestamente se arrodilló el Libertador con su novia a la hora de contraer
matrimonio. No sabemos si esa pieza es original o copia. También está allí una especie de cofre con tierra de la iglesia
de Madrid donde se casó Bolívar.
3
En el departamento con
algunos objetos de Juan Vicente Gómez hay una estatua ecuestre del hombre que
gobernó el país por casi treinta años. Es negra, de mediano tamaño y parece de
bronce. Una silla de la época y unos grandes espejos con marcos dorados de
hermosos detalles, se cuentan entre el exiguo muestrario. Estaban en la casa de
gobierno, desde donde Gómez mandaba en Maracay.
Llama la atención una mascarilla en yeso de
Gómez, hecha por el Dr. León Cajolo, según la leyenda que está en esa vitrina.
Cuando escribí la biografía de Julio De Armas, quien hizo la autopsia del
dictador, encontré los nombres de los médicos que estaban alrededor de Gómez en
su lecho de muerte; y allí no figura el Dr. León Cajolo.
4
4
Salvador Rodríguez,
cronista de San Casimiro me muestra sus apuntes. Allí encuentro un pensamiento
de Confucio: “Quien volviendo a hacer el camino viejo aprende de nuevo, puede
considerarse un maestro”. Esa es la clave del proceso de aprendizaje-enseñanza.
5
Fernando
Rodríguez, su primo militar y yo salimos en la tarde a recorrer las calles de
la ciudad. A las siete de la noche hay una soledad que espanta. El militar dice
que la inseguridad acabó con la vida nocturna; sin embargo encontramos un club
abierto. Comemos poco pero libamos bastante. De regreso el primo maneja a gran
velocidad por las calles solitarias en una madrugada fría y silenciosa. El
carro se mueve como si el terreno fuese siempre curvo. El militar acelera aún
más y observo que maneja con los ojos cerrados. Duerme, seguramente, pero no me
importa en el momento preciso que cruza por mi
mente un verso de una canción de nuestro inolvidable Ángel Ávila: “El
aguardiente da brío, un valor incalculable”.
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